Finge ser mi enamorada // Christopher Vélez y tú. [TERMINADA]

Capítulo siete.

T/N:

- ¡Que día! - exclamo cansada.

- Felizmente ya terminó. - agrega mi compañera de trabajo.

- Lo único que quiero hacer es ir a casa. - digo guardando mis cosas.

- Nos vemos _______.

- Hasta mañana. - sonrío levantando mi mano.

Espero el autobus para ir a casa de la señora Gómez.

- ¿Ya vienes? - me llegó un mensaje de mi hermanita.

- Sí, no demoraré, hoy cenaré en casa.

Llegué y le agradecí por cuidar de Camila.

Caminamos de camino a casa conversando sobre cómo nos fue el día de hoy.

Cuando estábamos a escasas casa de la nuestra, Camila decide correr a tocar la puerta.

- ¿Por qué tocas la puerta? Seguro mamá está dor... - mi mamá abre de inmediato.

- Hola, princesa. - dice abrazando suavemente a Camila.

- Mamá... ¿Qué haces despierta?

- Mi ______, te están esperando. - dice entrando.

- ¿Me están esperando? - pregunto.

- Así es... Tardaste más de lo que pensé. - al escuchar la voz de un chico volteo de inmediato a verlo.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto casi gritando.

- Hola ______, ¿Podemos hablar? - dijo con una sonrisa fingida.

Al escuchar eso mamá llamó a Camila diciendo " Los dejamos solos para que puedan conversar".

- Fue un gusto conocerla. - él sonríe.

Me siento en uno de los muebles a escuchar lo que tiene que decirme.

- Hola ______. - dice sentándose en frente de mi.

- ¿Cómo sabes mi nombre? Y... ¿Cómo me encontraste? - pregunto cruzando los brazos.

- Toma. - dice estirando la mano.

- ¿Tú tenías mi carnet todo este tiempo? - pregunto.

- No fue mucho tiempo, solo un día...se te cayó ayer al salir del auto. - Responde. - Podrías agradecer. - dice con un tono sarcástico.

- ¿Por qué? Gracias a lo que hiciste lo olvidé ahí, ¿Eres consciente de eso?

- ¡No vine a pelear contigo! - Dice rodando los ojos.

- Esta bien, gracias por traer mi carnet, ahora si, vete... Por favor. - digo entre dientes.

- No vine solo a eso. - dice sin mirarme.

- ¿A que más podías venir? - esto es cada vez más confuso.

- Vengo a proponerte algo. - dice nervioso.

- ¿Tú quieres proponerme algo?

- Sí, aunque no lo creas sí.

- Lo que sea, mi respuesta es no. - digo.

- ¿Qué? No haz escuchado mi propuesta aún.

- No me interesa. - digo lavantandome del mueble.

- Esto te interesará... Créeme.

- Te escucho.

- ¡Esto es un poco raro! - soba su cuello. - Lo que te vengo a proponer es que... Finjas ser mi enamorada.