Capítulo cuarenta y dos.

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T/N:

Estos tres días no han sido los mejores para mi, además de su ausencia por los conciertos no me llama desde aquella discusión hace tres días... Nunca pensé que me haría tanta falta, siento que necesito arreglar las cosas con él pero no me atrevo a llamarlo... No quiero alterar lo, siento que no sería lo mejor hacerlo... ¿Qué hago?

Hoy es Lunes y volveré a ir a la universidad, esa maldita universidad que al inicio me agradaba y ahora detesto.

Aún me pregunto por qué tuvo que volver a mi vida ese infeliz.

Entré a clase temprano, en todo el camino a mi facultad no m crucé con Sebastián y eso me tranquilizó.

Traté de concentrarme en la clase y olvidar mis problemas por un momento pero no fue fácil.

- ___________.... - un compañero de aula me toca el hombro.

- ¿Qué sucede? - le pregunto susurrando para no interrumpir la clase.

- Un chico te estuvo buscando y dejó esto para ti.

- ¿Una nota? - él asiente y yo la recibo.

"¿Hablaste con tu enamoradito? Tienen los días contados..."

Rompí el papel en muchos pedazo al leer eso. ¡Cómo lo odio!

Esperé a qué las clases terminarán para poder llamarlo, sentía miedo y aunque quería postergar nuestra charla ya no podía hacerlo.

- ¿Te sucede algo? - pregunta una compañera de la facultad.

- No, ¿Qué haces aquí? - le digo.

- Pues... La clase ya terminó y te quedaste sola... ¿Estás bien?

- Sí, me tengo que ir. - digo tomando mi cosas.

Llamé dos veces sin éxito alguno... La tercera es la vencida.

- Hola Christopher...

- ________ soy Richard... Christopher olvidó su teléfono.

- ¿A dónde fue?

- A conocer la ciudad.

- ¿Donde se encuentran ahora? No he hablado con él hace tres días.

- Estamos en Chile, mañana salimos hacia Brasil.

- ¿Salió hace mucho?

- Hace una hora... ________, todo se va a solucionar, Christopher es muy impulsivo pero te quiere mucho.

- Su reacción no fue exagerada, tiene razón en estar molesto conmigo... Hasta yo lo estoy.

- No te mortifiques más, solo deja que se calme.

- ¿Cómo está? Tengo un mal presentimiento... No lo he llamado por temor a que ignore mis llamadas pero lo que tengo que decirle ahora es muy urgente.

- ¿Sucede algo? ¿Puedo ayudar?

- Gracias pero es algo que nos compromete solo a los dos... Dile que me llame y si no quiere hacerlo dile que el plazo se está agotando.

- ¿El plazo? No entiendo pero supongo que él lo hará... Yo se lo digo.

- Muchas gracias... Cuídense mucho y por favor... Cuida de él.

- Lo haré, no me separaré de él... Cuídate mucho, ¿Sí?

Nuestra charla tendrá que posponerse un poco más o al menos hasta que él se tranquilice y quiera escucharme.

Finge ser mi enamorada // Christopher Vélez y tú. [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora