Tan pronto regresamos de las vacaciones, pensé en que lo mejor sería hablarle a mis amigos del gran secreto que me habían contado mis padres. Entramos en el dormitorio de Eric, aprovechando que los demás chicos estaban en la sala común, no quería estar hablando de un tema tan delicado en un lugar donde todos podían escuchar. Eric, Maia y Clitemnestra se sentaron en la cama de él y me escucharon con atención mientras relataba la trágica historia de ese tío que hasta unos días atrás no sabía que tenía. Cuando terminé, intercambiaron miradas de sorpresa y de preocupación.
—Con razón tus padres no podían contarte eso por medio de una carta —dijo Maia.
—Sé que es una pregunta muy tonta, pero ¿cómo te sientes ahora? —dijo Eric.
Yo suspiré y me senté frente a ellos.
—Me siento asustada —confesé— temo por mis padres, mi abuela... y por Tom.
Ellos fruncieron el ceño.
—¿Por qué por él? —preguntó Clitemnestra mientras se apartaba un mechón de su cabello rojo de la cara.
—Porque mi tío cree que él es mi hermano.
Eso pareció causarles mucha risa, por más que lo intentaron, no lograron disimular la sonrisa que asomó en sus labios.
—¿Qué les parece tan gracioso? —pregunté confundida.
—Todos sabemos que no ves a Tom como alguien de tu familia —me respondió Maia.
Intenté aparentar indiferencia, pero el rubor en mis mejillas me delató.
—No habíamos querido hablarte de esto porque puede ser incómodo para ti, pero nos parece que tú no ves a Tom como a un amigo —dijo Eric.
—Sabes que puedes confiar en nosotros, Hayle, no vamos a juzgarte —dijo Clitemnestra mientras ponía su mano sobre la mía.
Yo respiré profundo, tal vez sería mejor decir en voz alta lo que me estaba atormentando a tal punto de no dejarme dormir bien. Los miré uno por uno y dije:
—Creo que me gusta Tom.
Ellos sonrieron, cómplices.
—Nosotros lo supimos antes que tú —dijo Eric.
—No te culpamos, es que ese Riddle es condenadamente guapo —dijo Maia. Eric la miró con el ceño fruncido y Clitemnestra se rió.
—¿Te gusta solo por guapo? —preguntó esta última.
—No, no es solo eso. No sólo es guapo, también es inteligente, un mago poderoso y me siento bien cuando estoy con él —expliqué.
—A mí no me agrada, pero si tú ves todas esas cosas buenas en él...
—Cuando amas a alguien, ves cosas en él que los demás no pueden ver —dijo Eric.
—¿Por qué no le dices? —sugirió Maia.
—No creo que yo le guste.
Y en ese momento, por primera vez, me sentí insuficiente. Deseé poder verme a través de sus ojos, pero no había manera de saber qué pensaba él de mí, a menos que le preguntara. Temía arriesgarme a confesarle mis sentimientos, no quería que me rechazara.
—La vida es demasiado corta como para no decir lo que sentimos, así que ve y habla con él, que lo sepa. En el amor hay que arriesgarse, o nunca vas a conseguir nada —dijo Maia, con sabiduría.
Pensé en que tenía mucha razón.
—Lo pensaré —dije—, tal vez le hable pronto. Aunque ahora me preocupa más que mi tío ande por ahí.
Eric puso una mano sobre mi hombro.
—Nosotros estaremos cerca de ti, somos tus amigos y no dejaremos que te suceda nada malo —dijo.
—Gracias, chicos. Son los mejores amigos que podría tener.
Ellos me sonrieron, me sentía afortunada de poder contar con ellos. Ya era la hora de la cena, por lo que bajamos al gran comedor. Poco antes de llegar, se abrió la puerta de un aula vacía y de ahí salió Tom, con esa chica con la que pasaba tanto tiempo. Se reían a carcajadas y estaban tomados de la mano. Ella estaba algo despeinada y seguía riéndose. Al verme, él se detuvo en seco y la sonrisa desapareció de sus labios, pero yo seguí caminando. Me dolía el pecho como si estuviera soportando un gran peso. ¿Qué estaría haciendo allí con ella? Intenté calmarme e ignorar el enorme vacío que sentía. Maia y Clitemnestra me tomaron de los brazos y nos dirigimos a nuestra mesa. Minutos antes tenía mucha hambre, pero en ese momento, no tenía ganas de comer nada. Los vi entrar en el gran comedor, todavía tomados de la mano, ella reía, pero él ya no. Se sentaron en la mesa de Slytherin y ella lo envolvió en un abrazo, luego le dio un beso en la mejilla, demasiado cerca de la boca. ¿Por qué me dolía tanto?
«Si te duele de esa manera tan insoportable, es porque te enamoraste —pensé—. Ahora sé lo que se siente enamorarte y que te rompan el corazón. Debe tener algo con ella, ¿o por qué estaban a solas en un aula vacía?»
No me atrevía a mirarlos de nuevo, ya había sido suficiente dolor para un solo día. Hice mi mejor esfuerzo por comerme la cena, pero a pesar de que se veía deliciosa, yo ni siquiera la disfruté. Tenía unos enormes deseos de llorar, pero no iba a permitirlo, no pensaba llorar por una cosa como esa, no tenía sentido.
Terminé de comer lo más rápido que pude porque quería irme a mi dormitorio y no estar tan cerca de Tom y de su... ¿novia? Mis amigos terminaron rápido y salimos del gran comedor. Cuando iba llegando a la puerta, alguien me tomó de la mano. Me volví, deseando con todas mis fuerzas que fuera Tom, pero era Crescence. Me sentía como la peor de las estúpidas, ¿qué demonios me pasaba? Él sonreía, pero tan pronto me miró a los ojos, su sonrisa se desvaneció.
—¿Estás bien? —preguntó, visiblemente preocupado.
—Sí, solo estoy un poco indispuesta —mentí.
Él no parecía muy convencido, pero no insistió.
—Quería decirte que, quiero hablar de algo contigo... me preguntaba si podíamos vernos mañana en la tarde.
—Está bien —dije, y fingí mi mejor sonrisa.
—Gracias... nos veremos mañana.
Me sonrió y regresó a su mesa. Me preguntaba qué tendría para decirme. Sin ánimo, caminé de regreso a la torre de Ravenclaw. Mis amigos intentaban entablar una conversación, pero yo no tenía ganas de hablar. Al llegar a la sala común, me despedí de ellos y subí a mi habitación. Sintiéndome cada vez peor, me dejé caer sobre la cama... no tenía oportunidad con Tom... ojalá esa chica lo quisiera mucho... tanto o más como yo sentía que lo quería.
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𝑨𝒎𝒐𝒓𝒕𝒆𝒏𝒕𝒊𝒂 || 𝑻𝒐𝒎 𝑹𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆
FanfictionDicen que quienes son concebidos bajo el efecto de la amortentia, el filtro de amor más poderoso del mundo, son incapaces de sentir amor por nada ni por nadie. ¿Solo no pueden amar o eso incluye otras emociones? ¿Pueden sentir deseo, atracción físic...