En los días siguientes, los ataques redujeron drásticamente. Todos estaban a la espera de que las mandrágoras estuvieran listas para revivir a los petrificados que esperaban en la enfermería. Yo me sentía un poco más tranquila, aunque no del todo. Al término de una clase de transformaciones, mientras recogía mis cosas, Dumbledore me llamó:
—Señorita Perwinkle, por favor quédese un momento, necesito hablarle de algo —dijo.
Miré a mis amigos, sin saber de qué querría hablarme Dumbledore, comenzaba a ponerme nerviosa, ¿y si había descubierto a Tom?
—Te esperamos afuera, Hayle —dijo Eric.
Mis compañeros salieron del aula hablando ruidosamente, al final, Dumbledore cerró la puerta y se sentó tras el escritorio. Me acerqué y miré fijamente la pared detrás del profesor, no quería mirarlo a los ojos, temía que se diera cuenta de que yo sabía más de lo que demostraba.
—Por favor, míreme —dijo y yo no tuve más remedio que mirarlo— gracias. Creo que será mejor ir al grano: ¿Sabe usted quién podría ser el heredero de Slytherin, señorita Perwinkle?
Sabía que preguntaría eso. Intenté esconder lo mejor que pude mis emociones.
—No, señor —respondí— ¿hay alguna razón por la que pensaría usted que yo sé algo sobre eso?
Él esbozó una afable sonrisa. Sus ojos eran de un azul muy claro y parecían poder ver cada rincón de mi alma. Intenté permanecer imperturbable.
—Verá, señorita —dijo, entrelanzando los dedos sobre el escritorio—, he podido ver que usted es muy cercana al señor Riddle, y déjeme decirle que, a diferencia de mis colegas, yo no confío mucho en él.
Sentí como si la sangre en todo mi cuerpo dejara de circular. ¿Por qué razones no iba a confiar Dumbledore en Tom? Por lo que había visto, los demás profesores sentían gran aprecio por él, ya que era un excelente estudiante y su talento para la magia era innegable.
—¿Puedo saber las razones de su desconfianza, señor? —me aventuré a preguntar.
—Hace años, yo fui quien fue al orfanato donde creció el señor Riddle y le dije que era un mago —pareció perdido en sus recuerdos—. La encargada del lugar, la señora Cole, me contó cosas preocupantes sobre él. A pesar de su edad y de que no había sido educado en el uso de la magia, sus poderes estaban muy desarrollados y los usaba para atemorizar a sus compañeros y hacer cosas no muy buenas. En nuestra primera conversación, me dijo muchas cosas de sí mismo, que me preocuparon todavía más, me dejó ver que disfrutaba de causarle daño a los demás. Desde que llegó a Hogwarts, yo lo he vigilado de cerca. Como comprenderá, con esos antecedentes, no confío en él. La situación actual me ha hecho pensar en que podría ser él quien abrió la cámara de los secretos. Sé que si se lo pregunto directamente, no me lo dirá, él tampoco confía en mí, pero pensé que, ya que son cercanos, podría haberle revelado algo a usted.
Comenzaron a temblarme las manos. Yo sabía que Tom no era la bondad personificada, pero no podía creer que fuera en realidad malo. Sabía de su inclinación por las artes oscuras, que había usado maldiciones imperdonables y que había sido quien había abierto la cámara de los secretos, pero no podía creer que esa parte mala de él fuera en realidad tan fuerte y hubiera estado ahí desde siempre. Recordé la primera vez que lo había visto y a mi mente volvió la imagen de ese niño de cabello oscuro al que golpeé con esa puerta en el callejón Diagon. No podía ser una mala persona en realidad, solo había crecido sin conocer el amor, yo estaba decidida a mostrarle cómo era, podía mantener alejada la maldad que habitaba dentro de él, estaba segura de que podía controlar los deseos que tenía de hacerle daño a los demás. Miré a los ojos a Dumbledore y respiré profundo.
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𝑨𝒎𝒐𝒓𝒕𝒆𝒏𝒕𝒊𝒂 || 𝑻𝒐𝒎 𝑹𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆
FanfictionDicen que quienes son concebidos bajo el efecto de la amortentia, el filtro de amor más poderoso del mundo, son incapaces de sentir amor por nada ni por nadie. ¿Solo no pueden amar o eso incluye otras emociones? ¿Pueden sentir deseo, atracción físic...