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- ¿Estás listo?

Chinmae asintió intentando ocultar sin mucho éxito los nervios que realmente le torturaban, apretando con fuerza su peluche Chimmy arrugando de paso sin querer su ropa medio elegante para el juicio. Aquella noche había dormido bastante mal debido a los nervios aún cuando había pasado la noche con su padre y Namjoon, quien se había quedado a dormir con ellos. La señora Park, quien se había encontrado con ellos directamente en el juzgado, era quien intentaba dar ánimos a su nieto mientras le peinaba cariñosamente.

- Estoy algo asustado... Pero creo que podré hacerlo bien.

- Así me gusta, eres muy valiente~

- Tu abuela tiene razón, estas siendo muy valiente - murmuró Yoongi arrodillándose y dejando un cariñoso beso en la frente de su hijo que pareció terminar de tranquilizarle - Todo va a salir bien. Y luego esta noche te haré de cenar lo que tu quieras.

-¿Sopa de dumplings?

- Sopa de dumplings. Prometido.

Chinmae asintió con cierta valentía renovada, al menos hasta que escuchó, en medio del ajetreo de los pasillos de aquel día en el juzgado, su nombre en un gritito agudo. De hecho apenas tuvo tiempo de girarse y de reaccionar que Iseul se abalanzó sobre él casi tirándole al suelo como otras tantas veces había hecho ya pese a las regañinas de su madre, la cual por una vez no vino. De hecho a todos los presentes no les costó ver los nervios de Jungkook, quien aún sin ellos saberlo se había tenido que tomar una pastilla para intentar controlar su aroma en su actual estado de nerviosismo y angustia, además de poder soportar estar tan rodeado de gente en un espacio absolutamente cerrado.

Hoseok le seguía por detrás con Mickey en brazos y algo atento también a los niños, pero especialmente a su amigo. Durante aquellos últimos días había estado tranquilizarle todo lo que podía. Y aún si su estado no era el mejor; lo cual se había traducido físicamente a unas ojeras que había tenido que cubrir con maquillaje; había intentado realmente servir de apoyo de nuevo para su amigo, especialmente después de todo lo que Jungkook le había ayudado en sus malos ratos aquellas semanas.

- Te sentará bien la infusión para dormir.

Hoseok asintió con un débil gracias, tomando poco a poco el humeante vaso que su amigo le tendía mientras Iseul le observaba atentamente desde el sofá con cierta preocupación infantil. Casi se sentía un poco intimidado por la insistente mirada de la pequeña, quien apenas parpadeaba mientras él bebía. Y que Mickey, en las rodillas de ella, le observase con igual atención, no hacía más que aumentar aquella incómoda sensación a la que intentaba no prestar atención. Aunque debía admitir que no le extrañaba. Tenía los ojos hinchados de llorar tras aquella breve visita de su hermano en la que por primera vez en años se había derrumbado en él y había tardado bastante en calmarse del todo. Si es que se podía considerar calmado.

Su mente no dejaba de dar vueltas a lo sucedido aquel mismo día. Y haberse enterado de que Ahn estaría en el juicio; ya que Jungkook se lo había comentado cuando ya había superado el soponcio; no hacía más que empeorar su ansiedad.

- Gracias... - logró murmurar con cierto temblor aún patente, terminando poco a poco la infusión hasta que no quedó nada, aquella calidez asentando su cuerpo.

- ¿Mejor? - preguntó Jungkook tras darle un rato para que terminase de asentarse con la infusión, dejando ver su propia preocupación.

- Mejor... Gracias de verdad... - respondió Hoseok con una muy débil sonrisa, limpiándose aún torpemente unas últimas lágrimas que insistían en escaparse - Y lo siento mucho... por esto...

Flores Para Todos Los Niños - {{ Sope - Omegaverse }}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora