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Ahn dejó escapar un largo suspiro mientras salía del coche con las llaves en la mano. Las ganas que tenía de tirarse en la cama en ese instante no eran ni normales. Ahora que había terminado al fin el juicio tenía planeado echarse una buena siesta hasta algo más tarde, cuando tendría que acompañar a su abuelo a ver a su abogado y su notario. Habría prometido reunirse con ellos a su hora, pero aún quedaba rato para ello, por lo que descansaría hasta entonces. Agradecía haberse tomado unos días libres en el hospital. Y aún si seguía rumiando en su mente que necesitaba trabajar, que tal vez hubiera alguna urgencia o que podrían llamarle para hacer una suplencia de emergencia, era consciente de que necesitaba descansar.

Eso tenía en mente, al menos hasta que entró en el hall del edificio y la conserje alfa le llamó la atención, visiblemente preocupada.

- ¿Kang Ahn-nim? - le llamó llamando la atención del recién llegado, que ya se disponía a subir directamente al ascensor.

- Buenos días. ¿Tengo algún paquete o algo? - preguntó confundido mientras jugaba con cierto cansancio con las llaves.

- Tiene una visita - respondió para sorpresa ajena, logrando incluso que detuviera el movimiento de las llaves - Es un niño, venía solo y estaba herido y agitado y no me ha querido dar el número de sus padres pero me ha asegurado que era su primo, así que he preferido que espere en mi despacho hasta que usted llegase.

Por la descripción se imaginaba que sería Dongyul, pero no entendía que haría allí, y menos aún como era posible que estuviera herido. Podía imaginarse algo por el comentario de sus padres. Pero era una posibilidad que no quería ni imaginarse. Le causaba nauseas pensar que toda aquella situación pudiera volver a repetirse.

- Está bien, voy a ver que ocurre...

La conserje asintió, y enseguida le guió hasta su despacho. Y aún si venía preparado el ver a su primo pequeño sentado y acurrucado sobre si mismo con un evidente soponcio, sosteniendo lo que debía ser una bolsa de gel congelado envuelta en una servilleta contra su mejilla, no pudo sino angustiarse al verle así.

- ¿Dongyul? ¿Que ha pasado? - preguntó acercándose rápidamente.

Este, al ver al mayor, alzó el rostro algo agitado desvelando un fuerte golpe en su mejilla, y antes de que Ahn tuviera tiempo de reaccionar Dongyul ya se había levantado casi de un salto para abrazarle con fuerza, llorando sin control de nuevo. Ahn rápidamente devolvió el gesto prácticamente teniendo que sostenerle, su respiración agitándose por la confusión e intentando hacerle sentir seguro aún si todavía no tenía mucha idea de que estaba pasando.

- Ya está... - murmuró acariciándole el cabello y rodeándole de cierto aire protector y relajante para intentar tranquilizarlo poco a poco, olvidándose por un breve momento de que estaban en el despacho de la conserje - ¿Subimos a casa, te preparo algo y me cuentas que ha pasado?

Dongyul asintió intentando calmarse mientras su primo le peinaba con cuidado, asegurándose de que no tuviera más heridas o golpes visibles aparte del golpe en su mejilla, que sin duda era visiblemente fuerte. Ahn, con un débil suspiro, agradeció a la conserje, y finalmente ayudó a su primo a sostenerse para ir directos a su piso. Ninguno dijo nada hasta que finalmente llegaron, y tras dejar que se hiciera bola en su sofá, envuelto en una mantita con la bolsa fría en su mejilla y la mirada algo perdida, Ahn se sentó a su lado tras enviar un mensaje a su abuelo disculpándose para no ir aquel día.

- ¿Tienes alguna herida que no haya visto?

- Antes... Sangré un poco por la boca... - respondió sin mucha fuerza, aún visiblemente afectado.

- ¿Me dejas ver? - preguntó mientras se levantaba rápidamente para ir a sacar el kit de primeros auxilios que siempre tenía a mano en su casa.

Dongyul asintió abriendo un poco la boca; ya que no parecía poder abrirla más; y Ahn rápidamente le examinó, notando para su horror que tenía una pequeña laceración en la mejilla interior, justo donde el golpe. No era muy grande, y de hecho ya había dejado de sangrar, pero no dejaba de preocuparle. Aunque al menos no parecía necesitar puntos. Una vez desinfectado, notando que lo tenía un poco hinchado, le dejó cerrar la boca, sin necesitar nada más de su propia atención médica.

Flores Para Todos Los Niños - {{ Sope - Omegaverse }}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora