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Los invitados entraban poco a poco en un animado ambiente. Era una iglesia pequeña algo privada, lo que no había evitado que la lista de invitados fuera cuanto menos notoria. Casi cincuenta personas entre familiares, amigos, y unos pocos compañeros de negocios. Lo que no habían permitido, pese a la insistencia de unos pocos periodistas sin demasiado límites y poco miedo, era la presencia de fotógrafos. Eso no había evitado que dos o tres se pusieran fuera esperando a los invitados y sacando fotos velozmente.

- Minsi está preciosa~ Mira que mejillas tan rechonchas que tiene.

Varios familiares se habían reunido con los encantados padres, rodeando a la pequeña bebé que observaba desde los brazos de su madre  a aquellos adultos que no dudaban en pellizcarla las mejillas y tomarla las manitas con lo que parecía un pequeño ceño fruncido, como si se preguntase quienes eran aquellos desconocidos que tenían el valor de molestarla cuando todo lo que quería era comer y tirar del pelo a su madre, quien para su disgusto no podía alcanzar al llevarlo sujeto.

- ¿Luego la vais a cambiar el vestido para el Baekiljanchi, no? - preguntó una de las tías de Minki refiriéndose a la ceremonia de los cien días que habían decidido fusionar con el bautizo y el banquete de este.

Ya que iban a empezar con un bautizo católico, a detrimento de la familia Kang que se había callado su disgusto por ello al profesar tradicionalmente otra religión, la pequeña estaba vestida con un largo faldón blanco con delicados encajes que la cubría al completo y estando en brazos de su madre llegaba hasta las rodillas de la adulta, además de un pequeño bonete de la misma tela y color cubriéndola el cabello y las orejas igual de delicadamente decorado con encajes suaves para no molestarla.

- Por supuesto~ - respondió Sooyun dulcemente, acunándola con cuidado - Nos hace muchísima ilusión que nos acompañen hoy, es un día muy especial para todos.

- Deberíamos estar celebrando sus nueve años... - murmuró alguien lejos de los oídos de los padres.

- No tienes que agradecerlo preciosa - repuso una de las tías de ella, mucho más amable que quien había hablado antes - En todo caso al revés. Temíamos que aún no os hubierais recuperado lo suficiente. Si estáis aquí es que estáis mejor.

Sooyun asintió murmurando un gracias, pero aún así no tardó en tender a Minsi a los brazos de su padre, quien comenzó a entretenerla dando pequeños toques en su nariz, sabiendo que su esposa aún se cansaba rápido tras tan difícil parto, aún demasiado reciente. Había intentado convencer a su esposa de que esperasen un poco más para el bautizo, pero tan cabezota como podía llegar a ser las ceremonias acabó por hacerse.

- Se parece muchísimo a ti, Minki - comentó su abuelo paterno, acompañado de su esposa - Eso es bueno.

Ante aquel cumplido algo ambiguo ambos padres le miraron intentando disimular cierta seriedad, pero Sooyun no tardó en sonreír ampliamente.

- La verdad es que estoy encantada con que Minsi se parezca tanto a su padre~ Es una bendición.

- ¡Oppa! - le llamó de repente Lan, logrando distraerles de aquel comentario que sin duda les había incomodado, viéndola llegar con Ahn y Dongyul - Dongyul quiere ver a su sobrinita~

- ¿Puedo cogerla en brazos? - preguntó genuinamente curioso.

Minki dudó un poco, pero tras recibir un amable asentimiento de su esposa tomó aire y se arrodilló un poco, mostrándole con mucho cuidado como cogerla en brazos, causando ciertas risas en el resto de su familia debido al extremo cuidado que tenía.

- No se va a romper~ - mencionó una de sus tías, causando que Minki negase seriamente mientras finalmente se separaba con cierto miedo de su cachorra que al fin descansaba en brazos de Dongyul bajo la vigilancia de sus primos.

Flores Para Todos Los Niños - {{ Sope - Omegaverse }}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora