Namjoon no había estado mucho rato en la floristería pues tuvo que irse de nuevo a su trabajo, y el resto del día, más allá de hablar con el que le había pedido las flores para confirmar detalles, para Yoongi fue un día tranquilo y algo silencioso. Apenas vendió un par de ramos que seguramente irían o a una cita o a una tumba. Debido a ello no tardó en cerrar cuando tuvo que coger el coche para ir hasta la escuela, donde muchos padres ya se encontraban recogiendo a los pequeños bajo la atenta mirada de algunos profesores. No tardó en localizar, con una suave sonrisa, a Chinmae sentado en un banco con las piernas colgando mientras se dejaba peinar de nuevo por Iseul, que como siempre hablaba sin parar.

- Cachorrito - le llamó cariñosamente, yendo a sentarse a su lado, recibiendo la usual mirada serena del pequeño, aunque Iseul no tardó en recolocarle la cabeza para manejar bien su cabello, pues le estaba haciendo dos pequeñas trenzas de raíz realmente adorables, aunque algo desechas al no tener el muchacho el pelo tan largo - ¿Que tal el día?

- Bien. No hemos pintado, pero sangsenim es divertido cuando habla.

Aún si su voz no desvelaba apenas emoción, Yoongi conocía lo suficiente a su hijo como para notar sus pequeños gestos y mañas que revelaban su estado de ánimo, como el hecho de que balanceaba alternativamente sus piernas, lo cual hacía cuando estaba contento, o como mínimo, cómodo. Cuando estaba triste solía quedarse mucho más quieto. A su vez Iseul asintió con aquella amplia sonrisa ligeramente cuadrada, terminando por atar una más que adorable goma de pelo con una decoración de girasol.

- Si~ Con él podemos reírnos en clase.

- Pero sólo si escuchamos.

- Si no nos regaña un poco.

- Y si se enfada pone una pequeña tarea.

- ¿Enserio? - preguntó Yoongi con una leve risa, enternecido al ver como se terminaba la frase del otro, cada uno con un tono radicalmente distinto al otro, imagen aún más divertida al ver como Iseul comenzaba a colocarle pinzas también de girasol en las trenzitas - ¿Da miedo cuando se enfada?

- Normalmente no~ - canturreó ella, terminando de colocar una decena de pinzas en el cabello de su amigo como si fuera una corona de pequeños girasoles - Si regaña a alguien es bastante amable. Habla con él y vuelve a dar clase. Aunque el otro día un compañero no dejaba de dar saltos y se puso serio porque no le hacía caso y le castigó quitándole un punto de comportamiento.

- Vaya, eso suena estricto~

- Si... A veces si que es muy estricto. Pero es amable también - concluyó Chinmae sin dejar de balancear las piernas - A mi me gusta bastante.

Yoongi sonrió ante aquello, buscando con la mirada a Jungkook. No solo no quería dejar a la niña sola, sino que además quería asegurarse de que este había llegado bien a su casa. Sobre todo por que le había enviado un mensaje que nunca había sido respondido ni visto. Eso le preocupaba, pero tampoco quería emparanoiarse. Y escuchando a Iseul hablar de nuevo con Chinmae sobre un juguete que quería pedirle a sus padres no tardó en ver a lo lejos a Hoseok, hablando por teléfono, momento en el que sus miradas cruzaron y ambos se dirigieron una breve sonrisa. Pocos segundos después el profesor colgó y se acercó, saludando educadamente, pero con una amplia sonrisa que se contagió a Yoongi mientras devolvía el saludo.

- Yoongi-ssi, buenos días - saludó para después sonreír enternecido al ver como Iseul daba un último toque al jardín de flores que había hecho en el cabello de su amigo - Chinmae, estás muy guapo.

Y para sorpresa del progenitor las mejillas del pequeño se tiñeron visiblemente de rojo, mirando con los ojos muy abiertos a su profesor.

- ¿E... Enserio?

Flores Para Todos Los Niños - {{ Sope - Omegaverse }}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora