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Yoongi se despidió alegremente de su hijo, viendo como Jungkook y Taehyung; pues este último no tenía trabajo aquel día y por ende Yoongi se había ofrecido a llevarles a los dos; también se despedían de su hija. Habían pasado casi dos semanas. Hoseok y él no habían podido quedar el sábado anterior debido a que al parecer este había tenido mucho trabajo extra. Pero aún así les mantenía ocasionalmente al tanto de como iban las cosas con Chinmae e Iseul. Al parecer algún que otro niño había hecho algún comentario malicioso, pero no parecía estar escalando a más. Pero claro, no podía estar cien por cien seguro de lo que pasaba entre los niños y Chinmae e Iseul no decían nada sobre que les molestasen. Aún así Hoseok estaba más atento de lo usual, sin llegar a ver a nada alarmante que no se arreglase con una llamada de atención y algún que otra discusión pequeña.

- Bueno... ¿Vamos?

La pareja asintió, sonrientes tras haberse despedido de su hija, Jungkook sin dudar en tomar el brazo de su esposo con más que evidente cariño, Taehyung sonriendole del vuelta. Yoongi suspiró por lo bajo, dirigiendo una disimulada mirada amenazante a un par de padres a los que había escuchado hablar mal de la pareja, logrando hacer sus estos se encongieran incómodos. Realmente sentía que le iban a salir canas escuchando a esos adultos peores que marujas de pueblo. Antes no se había dado cuenta realmente, no les había prestado atención tal vez. Sin embargo desde que se había hecho amigo de la pareja sentía como si se le hubiera abierto ojos y oídos. Y si antes le caían mal, ahora peor. Más de una vez quiso detener algún que otro murmullo. Sin embargo en todas las ocasiones Jungkook se lo había impedido. Y Taehyung igual. Debía admitir que aquello le enervaba en la pareja. Porque estaba seguro al cien por cien que Taehyung no engañaba a su esposo. De hecho creía saber que sucedía en realidad. Pero aún si resultase que le engañase eso no debía de dar derecho a nadie de andar de maruja al menos tan maliciosamente.

Finalmente subieron al coche, y una vez allí, mientras Yoongi conducía, este recordó algo que antes también estuvo dándole vueltas. Aquel día del incidente en clase, cuando salieron y vio a Taehyung calmando a su esposo. Taehyung había gemido. Estaba absolutamente seguro de eso. Como alfa le había sido imposible confundirse. Y si era un tema que no había tocado todavía era porque no había visto a Taehyung hasta el momento y prefería que estuvieran los dos presentes.

- Chicos... ¿Os puedo hacer una pregunta privada?

Al escuchar aquello ambos le miraron confundidos, Taehyung sentado en el asiento del copiloto mientras Jungkook les miraba desde detrás.

- Supongo... - murmuró Jungkook pese a la confusión que sentía por la seriedad repentina de su amigo - Depende de lo que sea.

- Solo... Agh mierda... - maldijo por lo bajo extrañando más a la pareja que ahora le miraban preocupados - Solo por favor... No os ofendáis. Entended que me preste a confusión y que quiera asegurarme.

- No creo que nos vayamos a ofender... - respondió Taehyung sin saber bien que pensar.

- Es... En especial para ti, Taehyung-ssi...

- Claro, dispara.

Pocas veces en su vida había dado tantos rodeos a un tema. Pero era sin duda incómodo y en caso de equivocarse; cosa que dudaba mucho; temía ofender innecesariamente a la pareja. Así que tomó aire, y sin separar la mirada de la carretera se atrevió a soltarlo sin más.

- ¿Eres omega?

- ¡Claro que no!

Yoongi por poco no trastabilló con el volante ante tan repentina reacción, logrando ver de refilón como ambos habían palidecido violentamente, ambas respiraciones dolorosamente agitadas, y en sus ojos lejos de haber ofensa había miedo. Un profundo miedo. Taehyung tragó saliva al darse cuenta de cómo había reaccionado y negó rápidamente, jugando disimuladamente con el anillo de su dedo en un intento desesperado de dejar fluir una clara ansiedad.

Flores Para Todos Los Niños - {{ Sope - Omegaverse }}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora