Barely Human ✔️✔️ [COMPLETA]

Capítulo 3

||23 de mayo||

Después de dos semanas de haber conocido bien a Scott, tuvo que salir a Massachusetts a visitar a sus padres y no iba a regresar hasta dentro de una semana; descubriendo que está haciendo su tesis Ingeniería en Biotecnología.

Mi padre comenzó un proyecto hace unos cuarenta años: un anillo que pueda permitirme caminar por el sol, el problema es que el prototipo sólo dura dos horas y yo quiero uno que dure más tiempo, para siempre quizá. Así que antes de que Scott se fuera le pedí que intentara hacer una mejora en el dispositivo. Uno de sus padres es maestro de ciencias en Harvard o algo así, el punto es que tiene acceso a laboratorios ilimitado y puede hacer estudios.

Honestamente me estoy aburriendo aquí encerrado sin nada más que hacer que ver el televisor completamente a oscuras por el sol con las cortinas corridas, así que decido apagarlo para hacer otra cosa. El atardecer ya ha comenzado, así que puedo salir a caminar y abrir todas las cortinas de la casa; son dos pares de cortinas blancas, unas traslúcidas y otras de color sólido. Algo es algo.

Tomo mi chaqueta del perchero que coloqué cerca de la puerta hace una semana y tomo las llaves del pequeño muro al lado de la puerta para salir. Caminando por la sombra para no quemarme ni un pelo.

Llevo dos horas caminando con las manos en los bolsillos admirando lo que puedo de la ciudad. Lo único interesante en esta caminata ha sido: un vago bailando la macarena, un perro robándose el Hot-Dog de un policía gordo y, ahora, una escuela de bachilleres con algunos estudiantes saliendo. Me preguntó si habrá chicas lindas.

«Hay que averiguarlo».

Murmura mi subconsciente en voz baja y ronca con cara de pervertido. Y tal vez pueda estudiar ahí, a pesar de ya haber estudiado durante toda mi vida, al menos 3 veces he visto los temas del bachillerato. Pasaré desapercibido, trataré de acostumbrarme a una vida de humano sin mis padres, saliendo y valiéndome por mí mismo. Es una excelente idea, además, no puedo estar todo el tiempo en mi casa como ermitaño, necesito salir, y se supone que ya puedo hacerlo con libertad.

Sigo caminando alrededor de la escuela para contemplarla mejor. Es muy grande, con un campo de football americano y uno de soccer, es de las pocas cosas que puedo observar; también tiene un amplio estacionamiento junto con 4 edificios grandes.

«Buenas instalaciones, me agrada».

Decido ingresar a pedir informes y, por suerte los rayos de sol están en la parte de arriba del establecimiento, no voy a quemarme.

Ingreso, encontrándome con una señora algo rechoncha con ropa de color rosa pastel y rostro amable. Me acerco a ella y espero que sea maestra o que por lo menos pueda darme algo de información.

—Hola, disculpe que la moleste, pero me interesa estudiar aquí, ¿me podría dar informes? — pregunto con cautela.

La señora se sobresalta al mirarme, debe ser por la estatura ya que ella apenas sobrepasa mi cadera. O también puede ser porque me acerqué con sigilo, debo dejar de hacer eso.

—¡Jesús! ¡Eres un jovencito muy alto! — exclama con voz dulce llevándose una mano al pecho. —Claro. Sígueme, te llevaré a la oficina de administración para que puedas presentar una solicitud—tenía una voz un poco aguda pero soportable.

Me hace una seña para que la siga y allá vamos. Recorremos un largo pasillo lleno de casilleros y puertas que dan directo a varios salones hasta llegar a una puerta doble al final. La señora abre la puerta y me encuentro con una pequeña recepción.