Barely Human ✔️✔️ [COMPLETA]

Capítulo 7

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||Una semana después||

¿Alguna vez han sentido un barro en el culo? ¿La molestia, la irritación y las ganas de putearte a todo el mundo? Pues eso es Rixon. Ese barro en el culo.

Me saca de quicio el no poderme acercar demasiado a Katy debido a que el bastardo de Rixon sale con ella y me vigila constantemente cuando me acerco, como un depredador viendo su carne, y yo podré ser un depredador, pero no de esta calaña. Katy tenía razón en decir que es posesivo, pero no sólo es a veces, es todo el tiempo, y de una manera anormal y perturbadora. El problema es que, al momento de acercarme, ella se mete en problemas porque él comienza a reclamarle y montar escenas de celos sin importarle nada. No quiero causarle problemas a ella y tampoco quiero evitar su felicidad. Y me sorprende que a pesar de todo eso, ella es feliz con él... hasta donde deja ver a los demás.

Solo he pasado una semana en la escuela y no aguanto que Rixon se crea el maldito galán por el cual todas las chicas se derriten a su paso y mojan sus bragas, es insoportable ver a alguien tan presumido como él diariamente y lo admito, también es un daño a mi ego. Lo peor de todo es que tengo un mal presentimiento con respecto a él. Por ahora, estoy lo más cerca que puedo de ella, respirando el mismo aire y con eso es suficiente.

Camino por los pasillos rumbo a mi clase de Cálculo en busca de Katy, sus ojos y su adorable sonrisa para poder verla, sin embargo, me encuentro con Viola en su lugar, la chica loca de película porno barata. Me toma un poco por sorpresa, y debo admitir que me sobresalto al verla.

—Hola, Jake— dice con frivolidad. Se ha puesto de frente a mí.

«Alguien deme paciencia, por favor».

—Hola, Viola— la rodeo y sigo caminando. —Si me disculpas, tengo Cálculo y debo ir por mis cosas— digo con voz queda.

Me dirijo hacia mi casillero, debo sacar mi calculadora y libros, pero por suerte, la clase de Cálculo es justo al lado de mi casillero.

—¿Cómo has estado, bombón? — me alcanza con pasos chiquitos, casi corriendo.

Esta chica no se cansa de buscarme y hablar en su tono chillón de pingüino atropellado. Detesto la voz chillona en las personas, además de que me pongan apodos ridículos de comida.

—Bien— contesto secamente.

Quiero que me deje en paz, no ha dejado de hostigarme desde que llegué a la escuela, esto es acoso. Ahora ha pasado su brazo izquierdo por debajo del mío a mi lado derecho y tomo nota mental de irme a lavar el brazo después.

—Qué bien— hace una pausa. —¿No vas a preguntarme cómo he estado yo? — me sonríe en un intento torpe de seducirme.

—La verdad no me interesa— digo sin expresión alguna y noto que ha hecho un puchero.

Carajo, esta chica no sabe ligar, y desespera en su patético intento. Es fastidioso.

Por fin llego a mi casillero y me pongo a sacar mis cosas, lo único que puede a alegrar este día es ver a Katy, ya que está en la misma clase de Cálculo que yo. Sonrío para mis adentros.

—Pues he estado muy bien. ¿Sabes por qué? — me mira con aire seductor. Al ver que no contesto, sigue hablando como si de verdad me interesara. —Porque después de años, vuelvo a tener un crush con alguien nuevo. Ahora soy feliz— tira de mi brazo para que sea más fácil llegar a mi oído. —O sea tú, cariño—.