Barely Human ✔️✔️ [COMPLETA]

Capítulo 10

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||Siguiente semana, jueves||

Me levanto de la cama y camino hacia el balcón, está atardeciendo. He descubierto que una de mis partes favoritas del día es observar el atardecer y el amanecer, siempre es son diferentes; a veces son de colores rosas y violetas, otras veces son azules con anaranjado, etcétera. Desde mi cuarto siempre es una gran vista de aquellos colores, me calma. Me gustaría compartir esto con Katy, que se quedara un día en mi casa y quedarnos en el balcón a contemplar el amanecer, sin articular palabra alguna, con su silencio sería suficiente. Justo ahora debo admirar este de color azul y violeta desde el cuarto de abajo, el que está frente al gimnasio.

En la escuela comenzamos con los primeros exámenes de periodo y he tenido muy buenas calificaciones, gracias al siglo con veintinueve años que llevo viviendo, es una ventaja muy grata. Además, me aceptaron en el equipo de football. La única cosa que no sale como me gustaría es mi relación con Katy, ella sigue con pareja.

«¿Qué es lo que pasa?»

En la escuela se dirigen la palabra sólo cuando Rixon nota que estoy hablando con ella, ni siquiera parecen novios y ella no siente ninguna atracción por mí, creo. Lo único que he descubierto y tengo por seguro es que se pone nerviosa cuando está a solas conmigo y que ella ocupa mi pensamiento las 24 horas al día. Suelto un suspiro.

Siento unas manos rodeando mi abdomen por la parte de atrás. Viola ha despertado. Esta es otra de las veces que tengo calentura y ella está presente.

—¿En qué piensas? — recarga su cabeza en mi espalda y, a pesar de mi temperatura corporal fría, puedo sentir que ella está aún más fría.

Ella se ha convencido de que es mi novia a pesar de las repetidas veces que le recuerdo la verdad.

—Nada que te interese— retiro sus brazos de mi cuerpo y doy un paso a la izquierda para alejarme.

—Tengo que irme guapo, mis padres me esperan en la biblioteca. Les dije que me quedaría a estudiar hasta tarde— su voz suena algo pícara.

—Bien, adiós— respondo cortante.

Me vuelvo hacia ella y la miro, está en bragas nada más; me llega al pecho y muchas veces me molesta que sea tan chaparra porque termino con dolores en el cuello. Miro sus pechos por una milésima de segundo y me acerco al pie de la cama a tomar su ropa, para que se vaya de una vez.

—Podrías llevarme ¿no se te ocurrió? ¿O ser vampiro no hace que te entren demasiadas ideas a tu cerebro? — se ríe mientras me alcanza para poder agarrar su ropa.

Ruedo los ojos. Como me molesta que diga estupideces como esa. Me vuelvo hacia ella para luego tenerla debajo de mí segundos después, en la cama, tomándola por el cuello y con otra mano inmovilizando sus brazos arriba de su cabeza.

—Mira, Viola— digo a pocos centímetros de su rostro. —Ser vampiro no tiene nada que ver con el hecho de que no me apetece llevarte a tu casa. Y ¿debo recordarte que no te conviene hacerme enojar? En un arranque de ira, puedo sacarte la yugular con mis propias manos—. Me acerco a su oído. —No me provoques—.

—Está bien. Me iré yo sola— replica.

Me empuja tratando de alejarme, pero apenas siento una caricia. Le beso el cuello seguido de un roce con mis dientes, jadea y, antes de que piense siquiera que vamos a seguir con eso, encajo mis colmillos y bebo de su sangre. Me aferro con ganas a su cuello para que la sangre no se corra y pueda beberla completamente. Se suelta de mi agarre en sus brazos y pasa sus manos a mi espalda, me araña y me detengo con una sonrisa torcida en el rostro. La suelto y, enojada, se levanta para vestirse.