Barely Human ✔️✔️ [COMPLETA]

Capítulo 43

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||Alemania, mayo de 1995||

Un día un poco frío y nublado comienza a hacerse un poco más alegre. El sujeto fue aceptado hace tiempo y ahora se ha convertido en el más joven en tener éxito, y encontró a una chica hermosa para ser feliz.

La ceremonia termina y él se dirige afuera, ya ha sido suficiente de felicitaciones y ovaciones en su nombre. Sólo la necesita a ella.

Al abrir las puertas, está ella, su cabello rubio y su vestido ondeando con el viento, sonriendo mientras se recarga en la moto que él consiguió hace unos días. Enciende un cigarrillo en cuanto pone un pie afuera mientras ella hace una mueca casi imperceptible; nunca le ha gustado que fume. Él la mira como si no la hubiera visto hace tiempo, «Siempre se ve hermosa», piensa él. La abraza e inhala su fragancia, gozando de tenerla entre sus brazos otra vez.

—Ich bin sehr stolz auf dich*— murmura ella con voz dulce.

—Wir müssen gehen, um zu feiern*— contesta cuando se separa de ella.

Le besa la nariz, lo que provoca una risa nerviosa por parte de ella. Ambos se separan del todo, tomando sus cascos para subir a la moto. Él inicia el motor, el ronroneo de la moto haciéndole cosquillas en el estómago mientras se van juntos.

A continuación, llegan a su bar favorito, el lugar donde se conocieron. Ambos bajan de la moto, emocionados y riendo, ella con una sorpresa para su chico.

Entran tomados de la mano como los jóvenes que son, sentándose en una mesa apartada de todo. Todos los ignoran y la música suena, no hay nada mejor para ellos.

—Ich muss dir etwas sagen*— dice ella, apenas siendo capaz de contener su emoción.

Él frunce el ceño, todavía rebosando de felicidad. Ella toma sus manos y las acaricia con ternura. Toma una gran bocanada de aire, él comenzando a ponerse nervioso.

—Du ... ich ... wir ...— comienza ella con voz temblorosa de emoción. —wir werden Eltern sein. Ich bin schwanger*— confiesa por fin y una sonrisa cruza su rostro.

Él se queda inmóvil un momento, su boca se abre del todo y pareciera que no respira. Sin embargo, segundos después, una lágrima sale de su ojo y su sonrisa es aún más grande.

Ambos se levantan y se abrazan con tanto amor del que son capaces, él comienza a llorar de felicidad y ella ríe por la emoción. Se separan un momento, limpiando las lágrimas del otro riendo y jadeando.

—Du hast mich zum glücklichsten Mann in Deutschland gemacht— exclama él pegando su frente con la de ella. —Ich werde Sie um etwas bitten, was Sie in Ihrem Namen und dem unseres Babys trinken kónnen*—.

Vuelven a sentarse sin dejar de sonreírse o amarse. Él hace un ademán para pedir su trago en el momento en el que dos sujetos entran al lugar, un chico joven y otro más grande, ambos de ojos claros -verdes y azules-; parecen normales, pero uno de ellos, el más grande, de ojos verdes, parece familiar. Decide ignorarlo, hoy es un día para dedicarlo del todo a su chica y a su futuro hijo.

Los dos sujetos se acercan a la barra a sentarse, piden sus tragos rápidamente. En lo que esperan los tragos, una mesera tiene listo el trago de celebración para el chico y agua para su novia. El sujeto de ojos verdes detiene a la mesera por un brazo, obligando a esta a mirarlo directo a los ojos.