Barely Human ✔️✔️ [COMPLETA]

Capítulo 13

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||Martes||

Sangre, no puedo procesar nada más, el sabor llena mi boca y mis papilas gustativas son absorbidas por el líquido. El sabor dulce y no tan coagulado de su sangre es perfecto.

Estoy en la cama de la habitación de huéspedes al lado del gimnasio con una chica de la escuela mientras bebo su sangre, ella es una de las chicas de las que he bebido sangre desde hace cuatro días después de que Viola se fue con Rixon. No he querido ver a ambos ni en pintura; Rixon le rompió el corazón a Katy de una manera tan pusilánime y Viola contribuyó a ello. Además, como la chica con problemas mentales que es, me mandó un mensaje el domingo preguntándome si aceptaría hacer un trío con ellos dos que, obviamente decliné.

Debido a lo que Rixon le hizo a Katy, él recibió una pequeña advertencia de mi parte y a Viola tuve que bajarla del pedestal que ella misma se ha creado.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho el timbre, la chica está casi inconsciente. Mierda, me pasé. Me separo y hago presión en su cuello para que la sangre no escurra.

«¿Quién será?».

Escucho la puerta de la entrada abrirse de un portazo y a Scott hablando.

—¡Espera! ¡Quieta ahí! — grita él mientras escucho pasos en la escalera.

Ese olor a perfume caro, ese sonido de tacones altos. Es Viola. Me cubro a mí y a la chica inconsciente a mi lado izquierdo con la sábana cuando la puerta se abre de golpe, haciéndome llegar mejor el olor al perfume de Viola mientras ella se coloca justo en el marco. Scott la tiene tomada del brazo, supongo que acaba de alcanzarla.

—Suéltame, idiota— Viola trata de soltarse de su agarre.

—Perdón, Jake, no pude evitar que pasara— me mira incómodo. —La loca literalmente me empujó antes de que pudiera abrir la puerta completamente.

Viola se vuelve a verlo con una mirada asesina y Scott le sonríe con arrogancia mientras yo ruedo los ojos por el fastidio de tenerla en mi casa.

—Está bien— hago un ademán para que Scott la suelte.

—Veo que no tardaste en olvidar mi boca y mi...— mira a la chica con repugnancia.

—Para tu información, no necesité olvidar algo que nunca me gustó— hago una pausa. —¿Qué quieres? — interrumpo mientras me acomodo un poco en la cama.

—Quiero hablar contigo— exige mientras se lleva la mano izquierda a su cintura recargando su peso en la pierna de dicho lado y me mira con una sonrisa socarrona. Al ver que no me muevo se vuelve hacia Scott y luego a mí. —En privado— masculla.

—Déjanos solos, Scott y llévate a la chica— envuelvo bien a la chica en la sábana. —Límpiale la sangre y deja que recupere la conciencia para que se vaya. Por favor.

—De acuerdo— asiente.

Scott pasa de Viola y se acerca a la cama para tomar a la chica. Primero se agacha al pie de la cama para recoger la ropa de ésta, toma a la chica levantándola en brazos con su ropa en mano y sale cerrando la puerta tras de sí con el pie. Una vez se ha ido, me levanto mientras me limpio la sangre de la boca, voy al pie de la cama para recoger mis pantalones y mi playera. En cinco segundos estará soltando guarradas estúpidas y sin sentido.

—Creo que eso es de lo que más extraño de ti: ese trasero que jamás me dejaste arañar— la miro con fastidio mientras le enseño el dedo medio. —Eres delicioso— me mira de arriba a abajo.