Epílogo

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||Un año y medio después||

Termino de hacer mi rutina de ejercicio y me acerco por la toalla para secar mi sudor. El cansancio casi me derriba, pero no sieno arrepentimiento por no comer o beber sangre. Otro asunto es que es mi segundo día haciendo ejercicio, ya que interrumpí mis rutinas desde que...

Sacudo la cabeza, me acerco hasta la pequeña mesa en donde dejé mi toalla y una botella de agua, justo al lado de donde puse una de las fotos de ella. Tomo la toalla, mirando esa foto -una de mis favoritas-: ella sentada en el diván que estaba en su habitación, una mano en su rostro y la otra en sus piernas estiradas, mirando a la cámara con una expresión neutral y el sol pegando en una de sus rodillas.

Te extraño...

Los ojos se me nublan por las lágrimas mientras que la presión en el pecho aumenta ligeramente. He llorado cada día diario desde que murió y aun así son pocas las veces en donde se me acaban las lágrimas, todas para ella y valen la pena. Ya no conozco otra cosa.

Una lágrima cae por mi mejilla, la limpio con rapidez y me alejo de su foto, dándole la espalda.

—Mi Kathleen— murmuro con la voz rota. —Quisiera que pudieras escucharme, quisiera verte una vez más y decirte cuanto te amo, que te amo cada día más desde que te fuiste. Quiero que regreses...—.

Cierro los ojos con fuerza, reteniendo las lágrimas. He intentado, durante este año y medio, seguir adelante y superarla, sin embargo, ha sido en vano. Ella es todo lo que he sido antes de que muriera, mi corazón sólo ha latido por y para ella; me hizo un individuo, una persona... lo más cercano a un humano que puedo decir. Me dio humanidad. Y ahora...

Abandoné la escuela, fue demasiado, tantos recuerdos. Mis amigos me llaman constantemente para sacarme y tratar de animarme, pero todavía no me siento listo. Creo que nunca lo estaré. No sé cómo he podido pasar un año sin su luz, ya nadie puede tener mi corazón ni mi tiempo. Simplemente no me nace hacer algo al respecto.

Una vez fui al supermercado con Scott y una chica se me acercó, me coqueteó y la rechacé lo más amable que pude. Porque no es ni una cuarta parte de lo que Katy fue de hermosa, eso me parece a mí; no puedo ver a nadie como ella. A pesar de que ella ya no viva, sólo tengo ojos y corazón para ella, solo ella...

He ido a terapia incluso, estaba muy mal. Me diagnosticaron depresión y la trato desde hace meses, sin embargo, a veces siento que no sirve; me ha ayudado a sacar mis emociones sin tener que matar a alguien -ese deseo ya se extinguió-, claro, pero parece no ser suficiente.

El dolor no se detiene y solo va en aumento...

Voy a su tumba mínimo cuatro veces a la semana, solo a platicar con ella acerca de mi día, a decirle que la amo, que la extraño. Solo quiero tenerla conmigo... También he ido a la iglesia como medida desesperada; afuera, porque no sé qué pasaría si pusiera un pie dentro. Voy a pedir de rodillas que mi edén regrese, que mi pedazo de cielo me vea una vez más, ayuda o algo a lo que pueda aferrarme. Nada de nada sirve, en cualquier aspecto. Ella no regresa y yo no puedo superarla.

Ella... Mi... Por favor, me duele.

En todo este tiempo, también he intentado ser mejor persona, eso creo. Siempre ayudo cuando puedo, trato de ser amable, hago donaciones mensuales a orfanatos, organizaciones en contra de la violencia contra la mujer, llevo de comer a las personas sin hogar y hago todas las buenas acciones que se me ocurren; creo que es para ver si así, cuando consiga morir, pueda comprarme una entrada al lugar en donde está ella y estar juntos de otra forma. La verdad no lo sé... Me nacen esas acciones, sin embargo, siento que son acciones sin significado. No sé cómo decirlo.

Barely Human ✔️✔️ [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora