Capítulo 15

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||2 semanas después. Lunes||

Suena la campana para entrar a clases así que cierro mi casillero y voy directo al salón. Antes de entrar, Katy llega a la puerta con su libro en mano, me mira por un segundo y entra sin decir nada. El que me mire y nada más, hace que me sienta impotente y vacío, es extraño y me hace sentir molestia. Realmente está jodido, tanto el asunto como yo; ya no me siento tan feliz como antes, ahora solo siento que existo y nada más, que no tengo ningún propósito, todo eso desde que no me dirige la palabra. Cuando alguien me mueve por accidente al entrar al aula, concentro mi atención en el ahora, luego tendré tiempo para sumirme en la miseria.

Paso por la puerta y encuentro un asiento a dos lugares de distancia de Katy a su derecha. Rixon y Viola se sientan frente a ella, ambos comienzan a susurrarse cosas tomados de la mano y uno que otro beso interrumpe esa secuencia. Dirijo mi mirada a la chica de ojos verdes con pena mientras ella busca a donde mirar. Todavía le duele, lo sé, a pesar de que en la escuela aparenta que nunca ha estado mejor. Ella no merece ese sufrimiento y ahora siento que eché a perder su vida, jamás había sentido remordimiento por algo hasta esto.

Anna y Ally se sientan junto a ella y se ponen a conversar para distraerla, agradezco internamente porque tenga a esas dos como amigas para hacerla feliz. Katy desvía su mirada hacia mí por un momento, acto seguido, Ally y Anna me miran con decepción y algo de lástima. Obviamente saben que me acosté con Viola días después de que Rixon la engañara con ella.

Algunos de los demás compañeros del aula se sientan, ríen y platican. Suena la campana justo cuando el profesor de Literatura entra y comienza a hablar.

—Bien, jóvenes. Siéntense— dice el profesor mientras deja su papeleo en el escritorio y se acomoda los pantalones debajo de su inmensa panza.

Sólo se escucha el barullo de los demás por un segundo mientras varios terminan de entrar al salón o van a sus lugares, al tiempo en que se escucha el chirrido de las patas de los pupitres contra el suelo.

—Les tengo una buena noticia, el director va a....—antes de que pueda terminar la oración, el director entra por la puerta con alguien tras de sí, una chica. —Oh, Sr. Brown, qué oportuno—.

—Sí, claro— contesta el director cortésmente.

El director vuelve su vista hacia nosotros, estudiándonos y sonríe cálidamente hacia nosotros. Es un señor algo viejo con un bastón y el cabello negro; según me comentó Beau -uno de mis compañeros en el equipo de football-, es nuevo. Algo se me revuelve en el pecho.

—Bien, jóvenes. Hoy, el colegio se llena de alegría, pues una nueva estudiante se une a nuestro hermoso plantel— tira de la chica para ponerla frente a él, ella parece avergonzada y cansada, aunque le dirige una mirada extraña al director. —Demos la bienvenida a Eva Vosk—.

Es una chica algo alta y con cuerpo extremadamente atlético y voluminoso. Rubia, con el cabello lacio hasta la mitad de la espalda; ojos pequeños y grises, nariz pequeña y respingada, y labios finos.

«Ese apellido...».

La chica nueva se suelta del agarre del director, está molesta y se nota por la forma en que masca su chicle, que hasta ahora me doy cuenta que tiene.

—Es Ebba— corrige mientras mira al director con cara de pocos amigos, sin embargo, a pesar de querer simular su vergüenza con enojo, tiene las mejillas de un tono rojizo.

Barely Human ✔️✔️ [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora