Capitulo 13

155 11 1
                                    

-No entiendo… -Volví a decir.
-¿Qué no entiendes? No puede controlarte a ti, pero a su asistente sí. 
-¿Crees que le diga que no me hable? No puedo creerlo yo.
-¡Claro que sí lo creo! Vaya, Parece que no conoces tanto a Annabelle… 

Y tenía razón… estaba con alguien que creía estar conociendo, pero cada vez le desconocía más.
Nos bajamos en el centro comercial más grande de Nueva York, tenía un aspecto muy frío el día y tenía ganas de sentarme a tomar un té. Louise entró a varias tiendas buscando algo de ropa para comprar. Yo solo le acompañaba, no me apetecía comprar absolutamente nada. 
En una de las tiendas había muchísima gente con una copa en mano y viendo hacia dentro. Vestida de colores neutros y luciendo elegantes. Me asomé, y justo hasta el fondo se encontraba Annabelle mostrando algo de ropa. No podía negar que lucía muy hermosa con su coleta y vestido que hacían que sus hombros fuesen los más sensuales estando desnudos.
Louise y yo entramos discretamente sin ser vistos, nos acomodamos cerca del escenario que había y observamos lo que ella decía respecto a su colección. Yo recordaba haber visto esas prendas de ropa en algún lado… 

-Y debo agradecerle a todos por esta nueva colección. –Hablaba- En especial a mi nueva asistente ___, quien ha hecho posible estos diseños increíbles. 

«¿____? ¿Annabelle agradeciéndole? Tal vez subestimé mis pensamientos creyendo que ella no era agradecida con ____. Y hablando de ella, ¿estaría aquí?»

-Ven, sube. –Annabelle sonreía al ver al público. 

Todos aplaudían y yo me uní a la multitud. Subió _____ quien llevaba el porte en su vestimenta. Esta vez vestía de colores claros como el blanco y el beige. Ella sonreía y agradecía. Había abrazado a Annabelle pero no sentí que fuese un abrazo grato. 
Louise se acercó a felicitarla en persona y justo sentí que le dijo que estaba yo presente. ___ miró hacia mí y me sonrió. Yo me sentí torpe y no supe si había sonreído o había simplemente mostrado mis dientes. Era extraño, me sentía un idiota cuando estaba cerca de ella. Me hacía sentir un chico sin nada bueno que decir o posiblemente inferior… no sabía realmente. 
Me acerqué con Louise para admirar la ropa que había creado. Ahora recordaba que había visto esos atuendos en las hojas de ____. Claramente eran una obra de arte sin pasarse a lo extravagante. 

-Están increíbles. –Le dije a Louise.
-Sí, ¿verdad? Ella tiene talento.
-Por suerte Anna le dio créditos.
-No es mala persona, solo que es algo controladora. –Dijo Louise, terminando rotundamente debido a que se acercaba a nosotros.
-¡No creí que te encontraría aquí! –Me besó.
-Qué guapa estás. 
-Gracias, tú igual luces guapo hoy. 

Tenía mi mano en su cintura, mientras ella me tomaba las mejillas. Louise nos dejó solos y aproveché para darle algunos besos de felicitación. 

(…)

-Iré a los Ángeles –Ensayaba decirle a Annabelle. 

Estaba en su despacho, mirando como alrededor había fotografías de ropa y de muchísimas cosas de moda. Entre esas fotos venían dos integrantes de mi grupo. Zayn y yo, quienes nominábamos la mayoría de la pared masculina. 
Mis manos estaban entrelazadas entre sí, buscando tiempo para avisare de mi regreso a casa. Ella estaba fuera del despacho hablando con ____, quien al parecer tenía el paso prohibido aquí adentro. 

-Oye, -Se asomó Anna- Harry… 

Hace tiempo no había escuchado mi nombre en sus labios. 

-¿Sí?
-Vengo en unos minutos. ¿Podrías por favor esperarme? Ahorita hablamos.

Asentí. 
Mientras me dejaba solo en el despacho u oficina, o sea lo que sea o como se llame, observé que en cada esquina se podía entender qué era lo que dominaban ambas mujeres. Me costaba concentrarme en lo que le iba a decir y la forma en la que estaba pensando darnos un pequeño descanso a ambos… y no por mí, sino por ella… yo no quería herirla… 
Pronto entró alguien que me hizo regresar la mirada a la puerta. 

-Permiso… -Me pidió, mientras entraba con carpetas en mano. 

___ pasó rápido hacia el muro donde habían recortes de moda masculina.

-Adelante. –Dije tarde. Intentando no sonreír… 

No me entendía mucho cuando ella estaba. Simplemente me estaba concentrando tanto en algo que ese algo terminó siendo nada. Miraba sin más a la nada y sentir la presencia detrás de mí de ____ era un poco hermético. Sentí escalofríos de vez en cuando… más por no escucharla hacer ningún ruido. A mi beneficio, había encontrado la manera de verla por el reflejo de la vitrina trasera y de color dorado casi bronce que había detrás del escritorio. 
Pronto tomó más cosas y caminó a la salida, pero posiblemente llevaba nervios andantes que vi como sus hojas cayeron al suelo… 

-¿Soy yo? –pregunté al tomar una de las hojas…

 

You can't fight the feeling. H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora