Capitulo 47

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  -Talisha... -Suspiré.
-¿Cuánto es tu interés por tu trabajo?
-Mucho.
-¿Y cuánto valor tiene él para ti? –No respondí. Era claro que demasiado- si el trabajo lo es todo para ti... amiga... -Suspiró- te quedarás soltera por muchísimo tiempo. Aprovéchalo, sácale jugo al amor que tiene para ti. Yo lo haría. Pero está la diferencia, la insignificantediferencia de que él está enamorado de ti. –Suspiró ruidosamente- lo he dicho todo. Pero, si quieres escuchar algo que no es esto, regresa todo y recuerda que tú puedes decidir sola, no me necesitas. Incluso, creo que solo necesitas poner en una balanza a Harry y en otra pondrás el trabajo. Si por arte de magia se equilibran... amiga... tiempo aún tienes.

Tenía tanta razón...

(...)

Me despertó el ruido de alguien tocando a la puerta. Me dolía el cuello y estaba un poco sudada. Había dormido en el sofá de la habitación. Me levanté con dolor corporal completamente y llegué a la puerta para detener el toque de quién estaba detrás.
La mucama debía hacer el aseo, y como ayuda a la chica debíamos salir de la habitación.

-Permíteme cinco minutos. –Le dije antes de dejarla entrar.

No sabía si Harry estaría desnudo, semi-desnudo o si estaría presentable. Me asomé y estaba dormido.

-Creo que... debería volver más tarde. –Le avisé.

Ella solo asintió y se alejó del lugar. Tomé mi ropa y me preparé para tomar una ducha fría.
Pedí de desayunar lo más normal posible. Era un tanto exagerado ya que posiblemente él no gustase de lo que yo siempre almorzaba: Sándwich de Baggle. Pero lo intentaría en mostrarle lo más delicioso para mí. Me maquillé un poco las cejas y pestañas, un poco de rubor y nada más. No quise verme exageradamente producida como ayer. La pérdida me afectaba, pero tenía el pensamiento materialista; De sentir que Harry estaba haciéndome olvidar mis penas.
Escuché sus pasos y me encontré con él en el comedor. Me sonrió y sonreí de regreso.

-Buenos días... -Besó parte de mi mejilla, colocando ambas manos en mis mejillas.
Sentí que el mundo se me movió completamente. Desee un beso en sus labios.
-Buenos días. –Logré formular.

Noté sus bonitas piernas desnudas que llevaba por ahí en los pasillos. Y la camiseta de la noche anterior...

(...)

Le acompañé a cambiarse de ropa. Mi madre creía que estaría ocupada en cosas de trabajo, pero no le especifiqué.
Vi su casa de nuevo y me quedé pensando en las ganas que tenía de pasar una noche ahí.

-¿Qué piensas? –Dijo al subir al automóvil y mirarme sonriente.

« Simples arrumacos » -pensé.

-En esa camiseta verde. Muy... linda. Te hace ver muy atractivo. Más... claro. –Sonreí.
-Gracias. Tú eres hermosa con blanco, negro, rojo... y todo el arcoíris. –halagó de regreso.
Solté una carcajada... me encantaba cada centímetro de este hombre.

Esa noche iríamos a un club nocturno. Quiso hacerme olvidar todo mi "dolor" debido a que supuestamente mi madre había hablado con él. Diciéndole que mi humor era diferente cuando él estaba y que él claramente se encontraba haciéndome bien. Y no, no se equivocaba.
Fuimos a comer, las chicas que lo reconocían me pedían tomarle fotografías. No podía negármeles. Aunque quisiese, no podía. Eran demasiado amables y temblaban al verlo... así estaría yo si fuera ellas... cualquiera temblaría al tenerlo frente.
Llegó la noche. Ansiábamos estar en ese club. No había multitud, pero había mucha gente. Pedimos una mesa, nos colocamos cerca del bartender. Él pidió una bebida con whisky y yo pedí una con vodka. No pensábamos tomar mucho, solo una o dos.
Acepté bailar con él una canción que lo prendía bastante. Tenía un ritmo de abuelito. Reía al bailar con él, tan carismático y perfecta forma de verme a los ojos. Me hacía rehilar, no podía negar...
Sentí que pasaron segundos... hasta que me percaté de que dominaba la madrugada del día siguiente. Tomé mi bolso y le dije a Harry que era hora de irme, él podía quedarse. Pero fue un comentario al aire, ya que no me dejó irme sola.
Algo extraño estaba comenzando a entrar a mi cabeza. Como un deseo interminable. Me miré las manos y las tenía frías. No estaba ebria...

-Harry... -Le dije antes de que doblara hacia el hotel. Él me miró, frenando lentamente- No quiero irme al hotel. –Lo miré desviada.
-¿Entonces? –Vio como juguetee inconscientemente con mis manos. Me ponía nerviosa el hecho de estarle ofreciendo de mí cariño- ¿Quieres ir a mi casa?
-Sí, está más cerca.

Y no mentía, solo adiviné. Y le noté porque asintió.

-Mañana regreso, hoy... vayamos a lo cercano. –Sonreí.

Me sentí una infantil por rodearle. Pero no podía ofrecerle algo que no estaba segura que considerara correcto. Aún estaba en la exploración de su sexualidad, debía integrarme poco a poco sin entrarme demasiado...
Llegamos a su casa y me ayudó a bajar. Mi corazón latía a todo ritmo, me miró al entrar.
¿Estaba segura de que quería besarlo hasta morir? Sí. ¿Estaba decidida en aventarme de esta manera? Sí. ¿Estaba enamorándome?  

You can't fight the feeling. H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora