Capitulo 38

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-No te pedí explicaciones. Tranquilo. –sonrió.
-Espero te importe... porque realmente a mí sí. Lo lamento...
-No pasa nada Harry. No entiendo por qué te disculpas...
¿No entiende? ¡Yo lo entiendo!
(...)
____ había estado distante conmigo. Anna estaba normal, amigable y totalmente fiel ante mí. Yo, en cambio, vivía preocupado por ____.
Todo pasó tan rápido que sentía que mi tiempo estaba desperdiciándose en vez de estar con ____. Todos me dijeron que le siguiera hablando, que no me alejase. Y ella me alejaba, no me contestaba seguido y cuando lo hacía era cada dos o tres días.
-¿Te irás? –Preguntó mi mamá mientras me veía hacer una maleta.
-Iré a Miami. –Le avisé, sonriéndole.
Ella se sentó en la esquina de la cama y comenzó a doblar conmigo la ropa.
-¿Por mucho tiempo?
-No... -Dejé al aire la frase.
Pronto pensé en que sería buena idea llevar a Gemma y mi madre a este viaje. Y bueno, a Robin también.
-¿Quieres ir?
-¿A Miami?
-Sí que sí. –Sonreí.
-¿No crees que haga bulto?
-No, para nada. No es viaje de trabajo. Al contrario... voy a visitar a alguien. A una amiga. Y bueno, ¿Quieren ir? Yo les invito.
Ella seguía pensando... ojalá dijese que sí.
-Con Robin y a Gemma...
-Gemma estará trabajando cariño. –Se apresuró a decir.
-Bien, entonces tú y Robin. –Sonreí- ¿Qué te parece?
Mi mamá se convenció de ir. Robin accedió y Gemma aseguró que otro viaje sería adecuado a sus fechas de vacaciones...
Mi mamá preparaba algo de cenar antes de tomar el vuelo. Robin almorzaba algo de pan con mantequilla con especias, mientras yo esperaba el filete de pescado que mi mamá preparaba.
-¿A quién visitarás en Miami? –Intervino.
-Ah... -Suspiré- A una amiga.
-¿Suspiraste? –Burló un poco. Yo reí un tanto.
-Una amiga que... me atrae.
-Uh, ¿Te atrae? –Levantó ambas cejas, dejándolo verme un poco más pícaro. Yo solo asentí- Pues... interesante. Ve por ella. Suerte. –Sonrió.
Sentí la necesidad de darle un pequeño abrazo a esa barriga que portaba. Así que la ternura que me causaba me hizo realizar mi deseo. Le abracé como nunca.
(...)
Nos dieron asientos juntos en el avión. Robin y mi madre iban en el lado de la ventana mientras yo del pasillo. El avión tenía cuatro asientos, pero los nuestros eran solo tres ocupados. No había demanda de viajes aún...
Estaba nervioso de verla. Era como... como si estuviera yendo al primer día de clases. E incluso no estaba nervioso como esos días. Era aún más nervios dominando mi cuerpecillo.
-Tranquilo amor. –Me abrazó mi madre.
Suspiré ruidosamente.
-No sé qué te suceda, pero aquí estaré para escuchar.
No solía hablar de esto con mi madre. Pero tendríamos un vuelo demasiado largo.
Le conté desde que la conocí. Ella escuchó junto con Robin. Nunca había contado algo con tanto interés.
Mi madre pidió permiso para opinar después de haberlo hablado con Robin. Ella consideró en que debía aclarar las cosas a pesar de que no me lo pidiese. Si la quería en serio debía todo estar en correcto orden y con demasiada confianza y claridad.
(...)
-Está muy lindo aquí. –Escuché a mi mamá decir.
-Sí, lo está. –Suspiró Robin- ¿Quieres ir a dar un paseo antes de que el sol se oculte?
-Sí cariño.
Escuché que mi mamá caminó hacia conmigo, yo me encontraba en el balcón intentando localizar a ____.
-Cariño, iré con Robin a dar un paseo. ¿Vienes?
-No, me quedaré aquí para localizarla y luego hablar con ella.
-Bien cariño. –besó mi frente- mucha suerte amor.
Vi cómo se alejó. No olvidé agradecerle.
"____. No contestas el teléfono, supongo que estás ocupada. Así que... cuando estés libre, ¿Podemos hablar? Estoy en Miami, necesito y quiero verte. ¡Un beso!" –Mandé.

You can't fight the feeling. H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora