Capitulo 7

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Me hacía sentir incómodo ese hecho. 

(…)

Tomé el sol junto a Louise, Lux y Tom, quien había viajado por Lux para llevarla con él. Tom platicaba conmigo desde la esquina de la piscina, mientras yo jugaba con la pequeña Lux dentro de la piscina.
Mi teléfono sonaba pero no atendía debido a que estaba con Lux, Tom observó mi teléfono y me lo entregó a la llamada un millón.

-¿Quién es? –Le pregunté a Tom, quien había leído el nombre.
-¿Anna? –Respondió en tono cuestionario. 

Louise me lanzó la mirada pícara, seguido de una risilla. 

-¿Qué? –Reí.
-Ella está aquí.
-¿Qué? ¿Por qué? –Pregunté confundido.
-No sabría decírtelo yo, tú sabes. –Rio. 

Tom quería meterse en la historia que estábamos formulando. Así que Louise le contó mientras me encontraba concentrado con Lux. Pronto escuché detrás de mí un grito a mi apellido. Voltee al instante, creyendo que era otra persona a la cual yo no reconocería. 
Annabelle estaba de pie, con unos zapatos altos pero con poco tacón, una falda de rayas que me permitía verle el inicio de sus muslos hasta abajo, un pequeño sostén o como ellas le decían “Croptop” del mismo diseño, dejándome una línea desnuda en su cintura a la vista. Una coleta recogía sus cabellos rubios, lentes oscuros ocultaban sus ojos y labios llamaban a gritos con ese rojo. Estaba encantadoramente atractiva. Le sonreí justo al verle expandir sus dientes en sus labios. Era realmente sensual.
Se acercó hasta donde yo estaba y con delicadeza se sentó en la esquina de la piscina. Me acerqué a ella y le saludé con un beso. Por alguna razón inexplicable me abracé a sus piernas, como si me permitieran tener equilibrio. 

-¿Cómo estás hoy? –Se insinuó a mis labios.
-Bien, -Me alejé discretamente de ella- ¿y tú? 
-Muy bien. Porque estás aquí…
-¿Qué haces aquí? –Pregunté cordial. 

Ella sonrió más y me besó los labios. Me quedé atónito, no sabía qué me había perdido. 

-Nada, más que verte. –Sonreía, acariciando mis mejillas. 

No sabía qué decir, mi habla estaba pendiente en mi cabeza, preguntándose por qué estábamos así, ¿Qué éramos? ¿Qué le pedí, que no recordaba? ¿Qué promesa hicimos?
Louise me encargó a Lux mientras ella y Tom pedían algunas bebidas. Pero era un pretexto para dejarnos solos, aunque sabían que Lux no querría irse aún de las piscinas. 

-Vamos al jacuzzi. –Me pidió ella.
-Ha, claro. Pero debo llevarme a Lux. ¿No te molesta? 

Si le molestase tendría que cancelarle… pero deseaba que no le molestara.

-No, está bien. Yo tengo compañía también.

« ____ » -pensé al instante.

-¿Quién? –Osé. 
-____. –Se tornó bastante áspera su reacción.
-Bien. –Sonreí. 
-Pero no estará mucho, solo está haciéndome compañía debido a que quiere el puesto que le daré. –Su tono altanero me reapareció incómodo. 

No respondí nada. Ella notó mi incomodidad, por lo que se puso de pie y me indicó que saliera de la piscina. 
Salí con Lux en brazos y caminamos al jacuzzi solitario. Ahí se encontraba ___, sentada en la orilla con los pies dentro pero sin inmutarse más. Llevaba unas gafas negras casi cuadradas, una trenza alborotada y parecía no llevar maquillaje labial. Su blusa o vestido bohémico estaba interesante, le quedaba holgado y la hacía parecer demasiado delgada. Tenía algunas pulseras en sus muñecas y me sonrió al ver a Lux en mis brazos. Le sonreí y Lux pareció intimidarse un poco con una sonrisa tímida. 

-Buenas tardes. –Me saludó ella. 
-¿Cuidas a la bebé? –Anna Le pidió a ___. 

Ella no supo que reacción hacer, más que asentir un poco comprometida. 

-Está bien, puedo cuidarla yo. –Le dije a Anna.
-Sí, pero, creo que estaría bien un poco de intimidad. –insinuó. 
-No me molesta realmente. –Dijo ___- me parece tranquila… puedo tenerla en vista unos momentos. 

No sabía qué responder ahora. Porque mi custodia estaba en juego. Acepté, solo por unos minutos cortos.
Anna se insinuaba con proximidad, yo no podía negarle los besos que me proporcionaban sus labios fríos. Se reía de casi todo lo que decía, y no entendía por qué también ____ sonreía de vez en cuando ante mis comentarios. Ella cuando solía intentar participar en nuestra conversación, me lograba hacer reír. Era demasiado creativa para tener un puesto tan bajo, y mi necesidad de ayudarle a subir de puesto con Annabelle sería mi nueva misión. 
Lux se prestaba con facilidad a estar con ___, era atenta con ella y Lux solía mojarla para soltar fuertes carcajadas. 
Annabelle recibió una llama, lo cual hizo que me dejara en conversación cerrada con ___.
Constantemente coincidíamos con muchísimos factores. Ella reía constantemente, dejándome como todo un bufón. Sus comentarios a veces solían ser irónicos y solía ser cruel con ellos, pero era un humor que compartía pero a veces prefería no dar a notar. 

-Listo. –Annabelle se sentó frente a mí, cortándome la risa.

You can't fight the feeling. H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora