-¿Estás bien? –Me sonrió. Riéndose un poco.
-Sí, lo estoy. –Sonreí.
-Vendrán a pintar algo en el departamento, No sé si quieran salir o quedarse. O si tienen algún plan.
Miré a Ed, quien estaba detrás de nosotros, apartado. Fingiendo el dejarme en privacidad aunque sabíamos que estaba esperando ver más acción de la hablada anteriormente.
-Yo tengo un compromiso. –mintió Ed. Supe que lo hacía porque anteriormente no me había mencionado nada.
-¿Y tú? –Me preguntó.
-No tengo nada que hacer hoy...
-¿Quieres hacer algo en especial?
Sentí presión en mí, pensando algo bueno de lo que podíamos sacar provecho.
Mi teléfono sonó. Annabelle estaba siendo insistente en saber sobre mi ubicación.
___ Salió a entregar el cachorro mientras me enfocaba en la llamada.
-¿Hola? –Respondí.
-¡Hola! Amor, ¿Cómo estás?
-Bien, ¿Cómo estás tú?
-Bien. Gracias. Ya sé que estás aquí y no me has avisado. –Sentí la sangre pesada- Así que, esta tarde hay un evento, la cual quisiera que Asistieras.
-Claro, estaría bien. –Acepté sin pensar más.
Aunque no estaba muy seguro... acepté.
Esa tarde, tenía el presentimiento de que me reclamaría por no haberle avisado que estaba ahí. Estaba a minutos de verla en su departamento que parecía más bien una casa. Estaba en camino y me comenzaba a creer que era el día para decirle que ya no podía estar con ella debido a que yo ya no sentía... nada.
(...)
Sosteníamos una copa en la mano mientras conversábamos con otras personas que ni en mi vida había visto. Ellos me halagaban por mi "Fascinante estilo" aunque yo lo encontraba normal y común. Ella se sostenía de mi brazo, impidiéndome sentir el valor para terminar lo que estábamos haciendo.
Me salí al balcón del lugar, no estaba en estado etílico pero tenía la necesidad de hablar con ____. Así que le llamé.
-¿Hola? –Escuché su voz.
-Hola...
Me quedé en silencio y ella también. Soltó una risita y sentí que sonreía detrás de la bocina.
-Nomás quería llamarte... es todo. –Confesé.
-¿Por qué?
-Porque... quería escucharte.
-Harry... -Suspiró. Fueron los nervios los que volvieron a hacerla preguntar- ¿Por qué?
-Porque... Porque... solo quería hacerlo.
-Bien... supongo que yo también quería escucharte...
Mi corazón se detuvo para comenzar una carrera de palpitaciones. Se sentía increíble... demasiado increíble ese palpitar.
-Tengo que colgar. –Le avisé al ver a Anna venir hacia mí.
-Bien.
-¿Nos vemos en la noche? –Dije antes de que ella riera- ¿Qué? –Pregunté ante sus risas.
-Ya es noche.
-Bueno, más tarde. –Reí un poco.
Ella accedió. Annabelle se quedó conmigo, mirándome mientras yo terminaba de hablar por teléfono. Esta vez no preguntó quién era. Me abrazaba y yo solo acariciaba su cabello. Era hora de hablar con ella, mi rostro era insatisfecho y mi mente me gritaba que tenía que estar con ____. Era hora...
-Anna...
-¿Sí?
-¿Crees que podamos hablar en un lugar tranquilo?
-Sí. ¿A dónde quieres ir?
-No sé, ¿Quieres en tu departamento?
-Sí, está bien. –suspiró.
Mi gesto inconcluso, molesto, incompleto me estaba afirmando que sí, que era hora. Era momento y debía hacerlo. Por respeto no solo a Anna y a mí, sino a ___. Quien posiblemente no estaba entendiendo mi actitud debido a que estoy con una persona y a la vez quiero estar con ella. Mi corazón no se sentía pendiente a Anna, ni de ___. Pero mi mente dominaba un solo rostro y me desubicaba un poco el no tener la idea de interpretarlo.
(...)
Se quitaba los pendientes de sus orejas y se sentaba en su gran sofá color piel. Me acerqué lo suficiente a ella y estaba comenzando a arrepentirme de decirle la verdad. Aunque si no era ahora no sería después y dolería más.
-Anna, creo que... ya no debemos... seguir así. ¿Sabes?
-¿Así cómo?
-Es hora de que ambos seamos rectos y sinceros con nosotros.
-¿De qué hablas?
Suspiré. Su rostro se tornó triste... mi corazón se estaba desmoronando...
-No somos pareja, pero si llegaste a pensarlo te pido una disculpa por... habértelo hecho creer. Nunca te lo pedí y lamento no hacerlo debido a que creías que lo éramos. Pero, seamos sinceros... posiblemente tú sientas más de lo que yo... y...
-Harry, ¿Estás dejándome porque te gusta alguien más? ¿O me equivoco?
-No, no te estoy dejando... estoy... pidiéndote que solo seamos... amigos.
-Respóndeme. ¿Te gusta alguien más? –Su mirada hacia abajo me retó al momento de aniquilarme con sus ojos.