Capitulo 21

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___ me sonrió al verme, de una forma en la que me hizo sentir nervioso. Como si fuese un perrito muy pequeño ante alguien enorme… una raza superior. Sonreí de regreso y luego movió su mirada a otro lugar.

-Amor, -Escuché la voz de Anna cerca de mí- ¿Quieres un poco de bebida?
-¿Bebida?
-Sí, me han dado una botella, hay que probarla. –Sonrió. 
-Bueno, sí. Supongo… un poco.

No pude sacarme esa sonrisa de mi mente por mucho tiempo… 
Me senté a un lado de Anna, quien ya servía ambas bebidas en pequeños shots… 
Anna tomó el primero, después ___ y al final yo. La bebida era tan fuerte como el vodka. 

-Creo que tendremos que mezclarlo. –Dijo ___.

Los tres teníamos gestos de amargura. Estaba tan fuerte que caeríamos ebrios rápidamente. 
Anna sirvió algo de jugo en cada vasito, con considerable alcohol. 

-Creo que es… un tipo de vodka. –presintió ___.
-¿Crees? –Anna le preguntó leyendo la etiqueta- no dice nada… 
-Sí, ahí… -Apuntó ___.

Aparentemente era vodka. Muy… fuerte. 
Pronto fue que Anna terminó por embriagarse más rápido, debido a que festejó con más de tres vasos. Reía, hablaba más fuerte, estaba más cariñosa… ___ y yo estábamos asombrados… era mucho más amable… pronto se mareó, dejando caer su cabeza sobre sus palmas, cerrando los ojos y relajándose. Yo me sentía bien aún, veía a ____ que le servía de nuevo.

-Creo que ya no… deberías servirle. –Sugerí.
-Uno más. 
-No lo terminará… está muy ebria.

Detuve la mano de ___. La primera vez que tomaba en cuenta ese roce de manos… 

-Ella me ha servido cargados los dos vasos… entiendo lo que quiere hacer. Pero tienes razón, ya está muy ebria. 
-¿Qué quiere hacer?
-Que me vaya primero… quiere deshacerse de mí siempre que estás tú. 

Su forma de hablarme y decirme semejantes me sorprendió… aunque mi semblante y semejanza no cambió.

-¡Me iré a dormir! –Dijo, levantándose de golpe, por suerte pudo mantenerse de pie- ¡Yo me voy sola! –Me amenazó- no me hagas sentir inútil. 

Apenas iba a ponerme de pie. Aunque no podía dejarla irse sola… yo también estaba un poco mal… 
Vi como caminó con facilidad y zapatos semi-altos hasta mi habitación. Se detuvo y miró a ____. Esparció su labial por su barbilla… y ___ rio un poco.

-No se te ocurra… besar a mi novio.

Fruncí el ceño ante… la palabra: Novio. 
____ simplemente rio y la acompañó a la habitación. Con ella no se quejó… en absoluto. Cuando regresó, tomó su bolso y eso me indicó que ya se iba.

-¿A dónde vas? ¡No puedes irte así! –Avisé.
-No puedo dormir aquí.
-Sí, hay otra habitación con cama. Anda… es muy tarde. O al menos quédate a platicar conmigo más… tiempo. –buscábamos matar el rato.

Ella se sentó, sonriéndome tiernamente. Como si… agradase mi idea. Se sentó más cerca y yo me acerqué un poco más. Su teléfono sonó y ella le ignoró, me asomé a verlo como todo un entrometido y me encontré con que decía “número desconocido” vaya… le ignoré. Le miré y me encontré tan cerca de ella como para robarle un beso. 
Algo cambió desde este momento. Mi corazón daba pulsos extraños, tanto como si ella fuera Anna… o alguien que me tuviera loco. Estábamos tan cerca que ignoré que estaba Anna en presencia a unos pasos. Suspiré… mi cuerpo necesitaba aire. Deseaba que el alcohol no me jugara mal, estaba viéndola perfectamente bien. Una sola ella… hermosa. Se veía hermosa… pero no la besé. 

(…)

-Gracias por traerme a cenar, “Amor”. –Tomó mi mano.

Cenábamos en un restaurante rústico. Ella comía una bola de arroz con especias y carne encima. Yo había comido simplemente brochetas de carne y verduras… 

-De nada. –Sonreí.

Ella partía a Holanda, tenía que ir a buscar más trabajadores allá, debido a que ahí habían recomendado a algunas chicas que sabían hacer magia con ropa. 
Al día siguiente tendría que llevarla temprano al aeropuerto. Era nuestra cena de despedida y debíamos estar seguros de que podíamos seguir en contacto después de días de estar separados. Yo… ya no estaba seguro de lo que me pasaba. 
Tuvimos una de las noches más interesantes de todas, donde no sólo cenamos, sino también intimamos. Fue… una excelente despedida, aunque yo no cabía en la cuenta de que estaba cambiándome todo el mundo. Irónicamente algo la estaba cambiando.

You can't fight the feeling. H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora