Capitulo 17

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“No es el problema el coche. Lo sabes.” –Escribió enseguida.

Mi rostro indiferente expresaba lo mucho que me estaba molestando. Mi cama me pedía que durmiera por más tiempo, pero necesitaba salir a caminar un poco por el jardín o ir a buscar la motocicleta que siempre he deseado.
Después de media hora de sentirme culpable por no responderle el mensaje; Accedí a hacerlo. 

“¿Entonces qué es? Supongo que perdón por llevarme a tu asistente. No pensé en que pudiera meterte en problemas por su ausencia” –Impertinentemente respondí. 

“¿Qué te ha dicho ____? Últimamente estás tan distante, cortante, impertinente y grosero” –respondió con rapidez. 

Suspiré. Era tiempo de disculparme… o eso creía yo.

-¿Hola? –Escuché que el teléfono se había descolgado- sé que me escuchas Anna. Lo lamento.
-Bien. Está bien.
-No debes de estar celosa por ____, si es lo que no quieres decirme. –Mi voz era tan floja que parecía que no deseaba hablar con Anna.
-No es eso Harry, es ella. Es buena en lo que hace, ella se ha ganado un puesto importantísimo en mi empresa. No creas que yo le envidie o que quiera arruinarle la carrera. Solo quiero que se aleje de ti. ¿Sabes? Me es terrible imaginarme que estuvo contigo. Me enoja. Me vuelve completamente loca. No quiero que se acerque a ti porque sé el potencial que tiene, y porque quiera o no, sé que te agrada y sé que le agradas.
-Ella me agrada de una forma en la que no debe de preocuparte en absoluto.
-¡Pero ella no agrada de ti de la misma manera!
-¿Cómo?

Mi corazón se aceleró… sentía que corría un gran, gran maratón.

-A ella le gustas… 
-¿Qué? Claro que no.
-Sí.
-¿te lo ha dicho?
-¡No! pero es indescriptible. Simplemente lo sé.

Respiré ruidosamente. Ella entendió que estaba incomodándome un poco su suposición.

-¿Y qué es lo que más te importa? ¿Lo que ella sienta por mí o lo que yo sienta por ti? –Pregunté.
-Supongo… que tú.
-Bien. Entonces sigue confiando en mí… 
-Lo hago…
-Bien. 

Suspiró. Estaba siendo sequísimo con ella… no podía más.

-Lo lamento… simplemente desconfiar de mí no me hace la persona más… feliz. ¿Sabes?
-Perdóname. 
-Todo está bien. No hay por qué preocuparse…

(…)

Llevaba la semana más tranquila de mi vida. Almorzaba algo de pollo a la plancha y verduras. Junto a una malteada o jugo, quién sabe qué. Pero delicioso. Había arreglado todo con Anna y estábamos entre comillas mucho mejor. 
Mi teléfono vibró. Anna me había mandado una foto de ella lanzándome un beso. Sus labios rojos eran preciosos… y no inhibí mis ganas de decirle que la quería besar. 
Salí del restaurante en el que me encontraba y con ayuda de seguridad logré salir por la puerta principal. No me prohibí el hecho de firmar algunas cosas y regalar fotografías… lamentaba mucho no tener un buen ánimo para poder platicar con las personas que estaba ahí. Simplemente agradecí por todo lo que me habían pedido. 
Mi mal humor remontaba el hecho de que estaba barajado. Mi mente no dejaba de pensar en Annabelle, y tampoco podía pensar bien respecto a todo lo que me dijo de ___. ¿realmente le gustaba? ¿Por ello se habría quedado a esperarme en el aeropuerto? ¡Vaya! Yo le hacía con pareja, desinteresada en mí, alejada, turbada… todo menos interesada en mí. No podía creerlo aún… y mi mente no podía pensar en algo más.
Mientras esperaba que mi tarjeta de crédito pagara unas camisetas que había comprado, no podía evitar tener un rostro de cansancio. El joven que me atendía solo me miraba pensando en mi mal día…

-¿Es todo? –Me preguntó.
-Sí, muchas gracias. –Tomé mi bolsa de ropa y salí. Deseándole sin olvidar un excelente día.

Me intrigaba muchísimo… y siquiera dejar de mencionarlo me era inadecuado. 
Llamé a Louise, era la que más me podría ayudar con todo esto.

-¿Qué sucede? –Preguntó después de mi intenso saludo.
-Quiero saber algo y no sé cómo saberlo.
-¡¿Qué es?! –Intrigó.
-Anna me ha dicho que ___ está interesada en mí.
-¿Y…? 
-Y bueno, quiero saber si es cierto. 

Escuché la risa de Louise, quien estaba a punto de burlarse de mí. Al menos escucharla reírse de mí me hacía hacerme burlarme de mí mismo.

-¿Anna te dijo eso?
-¡Sí!
-¡No te creo! –Su tono me parecía tan burlesco que… hasta yo mismo comencé a dudar.
-¿Crees que sea mentira?

You can't fight the feeling. H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora