-¿Es ___? –Insistía- ¿Es acaso ___? –Sus ojos estaban a punto de detonar chispas que estaban a punto de ponerme nervioso.
-No estamos hablando de eso.
-Yo te estoy preguntado, quiero saberlo. Por un demonio. –Maldijo.
-Anna...
-Quiero terminar bien, si vamos a irnos por caminos separados quiero saber por quién es quién me estás dejando.
-No te estoy dejando, pero afirmo que estamos en caminos separados desde hace tiempo.
-Estás... con ___. ¡Ayer ibas con ella! Sé que has estado con ella.Mi silencio fue suficiente como para que entendiera que posiblemente tenía razón.
-Está bien. –Finalizó. Sus lágrimas estaban en sus mejillas-
-Quiero que estés bien, y no lo estoy pensando en que estoy engañándome a mí mismo. Porque... yo no siento cosas fuertes por ti como creí en un comienzo. Lo... lamento. Eres... increíble y tienes muchísimo que dar y mereces aún más... pero no puedo estar contigo. ¿Sabes?
-Bien. –Lloraba.Mi cuerpo estaba a punto de gritar, de gritar como loco hasta sentir deshechas mis cuerdas vocales. Su mirada se tornó triste, y mi corazón se comenzó a sentir igual. Afligido con todo sentido.
Me puse de pie y ella también. Lloraba todavía y no me miraba.-Entonces... supongo que... asumiré que saldrás con ___.
-No, claro que no. No te he dicho eso...
-¿Entonces por qué no me respondes si es mutuo lo que se siente? Desearía que ella no te hiciera el caso que quieres y que sintieras como me siento. Pero no puedo, no puedo mandar en una vida que no es mía... -Lloraba aún más.Extendí mis brazos y la acerqué a mí. La rodee con mis brazos y besé su frente. Lloró más, y yo sentí que lo haría si seguía viéndola triste... por mi culpa.
-Solo quiero pedirte un favor. –Pedí-
-¿Qué es?
-Seamos lo más adultos en esto, ¿bien? –Asintió- no... culpes a ___ por nada. Ella no tiene nada que ver. Si decides dejarme de hablar lo permitiré. No puedo pedirte que seamos amigos si te duele verme...
-En absoluto. Seamos adultos. –Suspiró tomando bastante aire.(...)
Sentí el golpe de una almohada en mi cabeza. No me inmuté, aunque solo me quejé. Ed estaba en la otra cama de la habitación. Hacía tonadas con un lápiz en la pared. Me sentía destruido por dentro en ese instante, como si todos mis sentimientos fuesen testigos de que mis acciones habían errado notablemente en haberla dejado tan pronto. Debía asumir que era lo que yo había decidido y que era algo que sería y tendría un bien a todo el que nos rodeaba.
-Ya levántate... -Decía Ed.
-No... -A penas solté.
-Vamos... no te quedes ahí. Tenemos un día entero y pocas horas de mañana para disfrutar de Miami.No respondí. Me sentía pavoroso. Horrible... terrible y todo sinónimo posible.
-Vamos... -Soltó empático- Sé cómo te sientes. Pero seguro hiciste bien... y si no... aprenderás de ello. Sabes y reconoces que puedes encontrarle el lado bueno a esto.
-El lado bueno es que puedo acercarme a ____. Pero el lado malo es que posiblemente ella no quiera.
-¿De qué estás hablando?
-¿Qué me pasa? ¿No crees que es egoísta estar con la jefa y luego con la asistente? ¿Te parece sano?
-Sí. –Sínico rio y luego carraspeó.
-No es gracioso. –Aunque sí me dio un poco de risa.
-¿Qué tal si lo ves de esta manera? –Se puso de pie, colocándose frente a mí.Buscaba algo para enseñarme como clase educativa. Pero no encontró nada.
-Vamos... -Insistí.
-Bien. Así... -Aclaró su garganta y sostuvo su tono de voz- Esta –Tomó un florero, y sacó de ahí las flores- el agua será Anna.
-Ajá. –Presté atención a su explicación.
-Ana le dio vida a estas flores. Las flores en este caso son... eres tú. –Rio un poco. Yo asentí un tanto divertido- El agua si la vez... ya está sucia. –Enseñó con cuidado el agua- ___ será el agua limpia. –Explicó- el agua sucia sigue alimentando a las flores, y posiblemente no cambie mucho si le cambias al agua limpia. –Asentí de nuevo- pero, el agua sucia comenzará a oler feo y es fastidioso. Y en la vida real, Anna ya comenzaba a fastidiarte. Si echamos agua limpia –Tiró el agua rápidamente a otra de las plantas del lugar y tomó una botella de agua. Llenando el florero- Alimentará a las plantas igual; pero no olerá feo, o al menos por un tiempo. Y eso beneficia a todos, no habrá insectos, no habrá mal olor y se verá presentable.Nos miramos sin decir nada. Me calmaba las ganas de echarme a reír... pero no lo logré cuando ambos estallamos en carcajadas. Fue la explicación más extraña pero cierta, y aunque no podía dejar de reírme, había entendido su punto. Y ese punto es lo que yo quería, meter a ____ en mi vida. Pero todo debía pasar por maniobras.
-Yo digo que vayas a visitarla hoy. –Sugirió Ed.
-Si quiero...
-Tal vez ella alegre más tu día...
-Ya lo has alegrado tú.
-Pero más ella... yo sé que puede.Llegué al establecimiento donde trabajaba. Tenía una línea de valet parking. Cuando entré no me percaté que la línea se terminó rapidísimo. No había más carros, aunque sí estaba un Pontiac ahí afuera.
-¿Te puedo ayudar en algo? –Preguntó la misma secretaria de siempre, la que todo el tiempo me decía con ojos pícaros que Annabelle estaba esperándome. Antes de que pudiera hablar me advirtió de donde se encontraba Anna- Ella está en una reunión importante con un patrocinador. No sé si quieras esperar o...
Me sobresaltó el golpe fuerte detrás de mí... como una puerta azotada.