Capítulo 1

8.8K 1.1K 2.7K
                                    

- Sofi -

Me levante del suelo observando la oscuridad alrededor mío. Mis ojos se adaptaron rápidamente viendo a una figura en el mismo cuarto que yo.

La figura se acercó a mi rápidamente, pateando mi costado. Rodee en el suelo, pero caí lo suficientemente cerca de un palo grueso de bamboo.

Lo levante dándole un golpe a la persona en el pecho, esta retrocedió

- ¿Crees que puedes contra mi? - me gruño - No me hagas reír.

Le di dos golpes en los tobillos sorprendiéndolo para luego darle en la cara.
El hombre lo detuvo con su brazo, acercándolo a si mismo para tomarme de la muñeca y acercarme a él.

- Debilucha - me levantó del suelo para ahogarme con su brazo.

Me impulsé con los pies en la pared para tumbarlo de espaldas, girándome y dándole dos golpes en la cara.

- Muy bien - el hombre sonrió, aplaudiendo dos veces para que las cortinas se abrieran.

- Gracias padre - sonreí levantándome de encima suyo - Para la próxima intentare darte un codazo.

- No no, para la próxima me das un codazo en el estómago para que te suelte y me das un golpe en la nuca - Me tomo de los hombros orgulloso.

Llevaba entrenando un buen rato, hasta hambre me había dado.

- ¿Como les fue? - Mi papá Eduardo nos pregunto mientras leía las noticias en su iPhone.

- Muy bien - salte abrazándolo.

- Le falta más práctica - Padre me interrumpió - Pero mejor que antes.

- Solo no destruyan la casa - Mi papá se giró a mi padre enojado - Yo termino limpiando todo.

- Perdón - sonrió nervioso - Yo lo limpio esta vez.

- Eso dices siempre - levantó la ceja desafiante.

Mi fiesta de quince años ya estaba cerca, no podía esperar para tenerla, mi papá me había hablado de todas las fiestas en las que tuvo que ser chaperon de hijas de políticos o famosos de México. No se por que lo elegían a él, tal vez por guapo, pero aún así todas las historias eran muy buenas y entretenidas.
Mis padres estaban estresados por que no sabían como festejarla sin que la arena estorbara el vestido, ya tenían unas ideas en mente pero no del todo planteado.

Lo que más me interesaba era por fin conocer a toda mi familia, tanto los del lado de mi papá como los de mi padre.

- Tengo que ir a las clases de deportes - me puse los calcetines.

- ¿Quieres que te lleve? - Mi papá se inclino pasándome los tenis.

- No gracias pá, mi amiga y yo queremos ir en bici - me puse los tenis levantándome.

- Pero te vas a cansar - Mi padre se acercó igual.

- Vamos a ir colina abajo - tome mi mochila y la coloque en mi hombro - Los veo después.

- Okay suerte - mi padre sonrió yendo a la cocina.

- Ponte suéter, me avisas cuando llegues y no aceptes nada de extraños - mi papá me dijo acomodándome el suéter en los hombros.

- Papá ya ni tengo diez años - me reí.

- Aunque tengas diez o dieciocho siempre serás me bebe - me jalo las mejillas - Bueno ya vete que se te hace tarde.

Salí buscando mi bicicleta para irme.

- Rusia -

- Yo tengo que ir a la escuela - me giré a ver a Méx - Me pidieron estar ahí para cuidar a los niños en las clases de teatro.

No te vuelvo a perder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora