Capítulo 41

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- URSS -

- Escucha Azteca - rompí el silencio después de un buen rato de quedarnos viendo a la nada - Yo se que al principio te odiaba, pero ahora, me importas mucho, demasiado y me gustaría tenerte cerca.

- URSS - suspiro viendo al suelo - No creo que sea la mejor idea.

- Vamos Azteca, ¿cual es el problema?.

La luz del escenario se iluminó para dar inicio al baile.

- El problema es que tengo otras cosas en mente, no tengo tiempo para pensar en ti - Soltó.

No mentiré, me rompió un poco el corazón eso que dijo.

- Me voy a corregir, por que no es que no quiera pensar en ti, es que tengo que cuidar a mi gente, a los pocos que quedan y no puedo - hablo cuando vio que me retorcí en mi asiento.

- No intentes arreglarlo, entendí el mensaje - me levante de mi asiento.

- URSS - se levantó igual.

- Siéntate Azteca - le ordene.

- ¿Disculpa? - junto las cejas enojada.

La tome del brazo alejándola de la gente, no quería que hiciera un berrinche enfrente de todos y menos cuando Sofía ya pasaría a bailar.
Fuimos a la parte de atrás de la casa lejos de la vista de todos

- Te lo voy a decir una vez, cálmate - levante el dedo apuntándola.

- ¿Cálmate?, ¿ahora me vas a decir que hacer? - bufó riéndose - Ahora eres como Romano, diciéndome que hacer.

- No te equivoques gatita, yo no te estoy obligando a calmarte, si quieres hacer tu berrinchito como nenita de diez años, hazlo.

Sentí un golpe en mi mejilla, me había dado una bofetada.

- No... me digas... gatita - sus ojos se tornaron rojos.

- Okay... lo siento - mis ojos se tornaron rojos igual - gatita.

Por unos segundos sentía la tensión de sus músculos queriendo lanzarse encima mío a arrancarme el cuello.

- Eres como todos los hombres que he conocido URSS, eres orgulloso y controlador - miro a otro lado para calmarse - Y yo pensando que quizás podrías ser distinto.

- ¿Cuando he actuado como los otros hombres que has conocido? - pregunte sin poder creer que dijera eso - Te he ayudado, te he apoyado y además quiero que triunfes en lo que sea que hagas.

- Eres igual que ellos por que cuando les he dicho que no tengo tiempo para salir con alguien, no lo entienden y se enojan, me atacan y me dicen que hacer.

- No estoy enojado, solo desanimado por que te quiero a mi lado - quise tomarle de los hombros para sacudirla así que mis manos estaban en medio del aire.

- Claro, estar a tu lado como un trofeo o un adorno.

- Una novia no es un adorno Azteca - le corregí.

Sus ojos se abrieron y se hecho hacia atrás confundida.

Me quiero morir.

- México -

- ¿Estás lista amor? - Mire a Sofi emocionado.

- Tengo miedo de tropezarme - se acomodó el vestido nerviosa.

- Tranquila, el único que se burlaría sería Argentina o Chile - le acomode el cabello.

Alemania se acercó a nosotros con su típica sonrisa amable.

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