- Sofía -
- Profe te juro que no se qué pasó, de la nada estaba parada y luego la vi tirada - señalé el suelo - Yo creo que la tumbó el viento.
El profesor me miró enojado, creo que mi chiste no le gusto. Inhalo profundamente echándose hacia atrás
- Estás más en esta oficina que en el salón - se rascó el cuello - No puedo creer que no has reprobado.
- Es que me gusta verlo profe - sonreí guiñando el ojo.
- No no, te gusta meterte en problemas, no me vengas con tus cosas - se masajeo la sien.
- Me gusta meterme en problemas por que luego lo veo profe, siempre es genial venir a saludarlo - intente relajar el ambiente - Espero que sepas que eres mi profesor favorito.
En realidad me cago de miedo cuando estoy enfrente de él. Es calvo moreno con cara de emputado todo el tiempo.
- Gracias por el halago pero tendré que darte un castigo, no puedes seguir haciendo estas cosas y esperar que te deje libre siempre - se acercó a la mesa.
- Pero si ya lo has hecho antes, yo se que muy adentro de tu frío corazón sabe que soy una buena alumna.
- Claro que eres una excelente alumna - puso su cabeza en su mano - Pero eso no quita que en esta escuela no se acepta actos de violencia.
- Me defendí - lo interrumpí haciendo que se enoje mas - Perdón profe continúe.
- Lo que trató de decir es que te voy a dar una sanción después de que hablemos con tus papás - saco su teléfono - Al igual que a la otra chica.
- ¿Mis papás? - me levante del asiento asustada - NO NO NO.
- Señorita Nabokov siéntate - me ordeno.
Me senté como si tuviera la cola entre las patas. Me van a matar ambos, ya podía sentir el pellizco de casa uno.
La puerta se abrió al poco tiempo, entrando mi padre enojadisimo, se veía rojo de la furia.
Con solo verlo me hice pipí del miedo.- Señor Nabokov - el profesor se levantó - Soy el profesor Kamali.
Ambos estrecharon manos, mientras mi padre me veía furioso.
Se sentó a lado mío pasando su mano alrededor de mis hombros- Hola papi - sonreí nerviosa.
- Hablamos en el coche - contestó rápidamente callándome.
Luego entro mi papá sonriendo y radiante
- Hola gente ¿como están? - miro a mi padre furioso y dejo de sonreír asustado - Hola amorcito.
- Señor de la Rosa - el profesor se levantó para estrecharle la mano igual.
Cuando terminaron se sentó en el lado opuesto a mi padre.
- Señores les hablo por esta penosa situación en la cual su hija le pego a una compañera al tal punto que la tumbó al suelo - el profesor me quemo.
- ¿Ganó ella verdad? - mi papá pregunto.
- EDUARDO - mi padre el susurro a regañadientes.
- Es mi derecho a saber si mi hija ganó - se giró al profesor.
- Si... supongo - contestó el profesor confundido.
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No te vuelvo a perder
General FictionMéxico por fin tiene la vida que siempre busco con su novio Rusia y su hija adoptiva Sofi. Pero los problemas resurgen cuando Imperio Azteca desaparece sin dejar rastros junto con Imperio Romano. México deberá ir en busca de su madre sin saber si e...