- México -
El plan era sencillo. La gente distraería a los militares que están en el gobierno, mientras que Rusia y yo entrábamos al castillo en busca de Calderón con ayuda de Mini Méx. Le damos un buen estate quieto y que se aplaque y todos felices.
- Tu plan es imperfecto - Rusia se cruzó de brazos.
- Bésame entonces - le levante el dedo de en medio.
Me tomo la mano besándola.
- ¿Así? - se acercó a mi mejilla y la beso - ¿O así?.
- Ay cabron cálmate - lo aleje lentamente sonriendo como un tonto.
- Eh chicos - Mini Méx nos observó incómodo - Estoy aquí.
- Ya ya perdón - sacudí las manos regresando al plan - ¿Entendiste?.
- No - contestó mini Méx.
Llevábamos una hora en el café sentados explicándole lo que tenía que hacer y todavía no captaba el morro.
- ¿A ver morro tienes alguna discapacidad mental o por qué no entiendes? - le troné los dedos enfrente de su cara para que no se nos vaya a otro planeta.
- Es que llevas discutiendo y cambiando el plan desde que llegue - se cruzó de brazos - Primero dijiste que ibas a romper la reja con un tanque de guerra, luego que ibas a mandar un misil al castillo, luego que iba a entrar como Jesucristo en un burro mientras todos te abanicaban con palmas y luego lo de que entrarían disfrazados.
- Es que estaría muy chingon - me giré a Rusia - Sería algo así como el nuevo mesías.
- No me importa tu religión - Rusia suspiro masajeándose la frente.
- No me vengas a ofender eh cabron.
- Esta es lo que haremos - Rusia se plantó - Entraremos al castillo para hablar con el presidente Calderon y si no colabora hacemos otro golpe de estado en ese momento y México se lanzará para presidente.
- Ay mi amor, que hermoso plan - le susurre.
- Tu seguirás siendo representante - Rusia apuntó a Mini Méx - y todos felices.
- Ahuevo me late - mire a Mini Méx - ¿Que tal?.
Se nos quedó viendo un rato con una mirada insatisfecha, se acomodó en el asiento pensando en que decirnos
- Voy a renunciar - susurro mirando la mesa.
- ¿Eh? - exclamamos Rusia y yo al mismo tiempo.
- No... no soporto el estrés - No quizo ni siquiera mirarnos mientras hablaba - No soy apto para esto.
Sentí un poco de pena por él. Se nota que lo estaban tratando igual de mal que a mi cuando estaba en el gobierno.
- Puedes hacer de tu vida lo que quieras chico - Rusia lo alentó.
- La verdad es que quiero irme a Estados Unidos con el que me gusta - se mordió la lengua en la última
palabra.Me le quede viendo en shock
- ¿TE GUSTA ALGUIEN? - grite a los cuatro vientos.
Asintió cubriéndose la cara apenado
- Si...
- ¿QUIEN? - me acerqué más.
- Bueno... es alto, serio, musculoso - susurro.
Mire a mi hombre, que tiene la misma descripción, volteándome a mini Méx
- A ver a ver a ver, consíguete al tuyo este ya está apartado - le tome la mano a Rusia.
- NO - saltó de su asiento - Para nada, quédate con él, no me gustan rubios.
- Gracias - Rusia sonrió.
- Es... Alemania... solo que le dije y salió corriendo - nos miró a ambos desconcertando - Creó que lo asuste.
Bueno, jamás había visto a Alemania de tal forma, quizás si estaba asustado. A Rusia le salió una risa ahogada que me hizo saltar de mi silla sacando de pedo, se cubrió la cara todavía riéndose.
- Disculpa, disculpa - Rusia agito su mano tomando aire - Es que.
Se volvió a reír golpeando la mesa, casi tumbando nuestros cafés y papeles.
- Oye amor te quejas de que yo soy bien pinches escandaloso y tu eres peor - le susurre calmándolo por que todo el mundo lo miraba.
- Ya ya, disculpa pequeño México - le dio unas palmaditas en el hombro - Es que el aleman es muy... enclosetado.
- ¿Como por que? - pregunto desconcertado.
- No entendí muy bien cuando me explico pero creo que alguien lo bateó tan feo que se traumo - se rascó la oreja sonriendo - Que chistoso.
- ¿Y por que te dio risa? - lo mire enojado - Tu igual estabas bien pinché enclosetado.
- Por que ahora entiendo por que toda su reacción, hablaré después con él para ayudarlo - tomo su teléfono checándolo.
- Bueno ya tenemos el plan - Sacudí a Mini Méx - Tu sabes que hacer.
- Mantener a Calderón entretenido - asintió - Entendido.
Me levante abrazándolo para que se sintiera apoyado, dándole palmadas en la espalda. Se fue de regreso al castillo contento.
- Estuvo bien - voltee a ver a Rusia sonriendo al teléfono - ¿Que pasa?.
- Sofi nos mando un mensaje diciendo que nos extraña - se cubrió la boca escondiendo su sonrisa - Ternurita.
- AY CABRON NO LE RESPONDÍ - saqué mi teléfono - Le diré que la amo.
Cheque el chat viendo un mensaje de Rusia que decía
"Estoy muy orgulloso de ti enana, sigue así".- AWWWW - abrace a Rusia lleno de amor - Eres un tierno.
Me dio palmaditas en la espalda asintiendo.
- Mini Méx -
Llegue al castillo completamente agotado.
Pero este sería mi último trabajo como representante, después de esto me retiraré a vivir la vida tranquila.Entre a mi oficina quitándome el saco
- Valentina, ¿ya ordenaste mi papeleo? - me giré al frente tocando la boca de una pistola con la frente.
- Ay México - Calderón habló desde mi asiento, con los brazos y piernas cruzadas - Íbamos taaaan bien.
Mire alrededor sin moverme, viendo a un civil... o mejor dicho a un militar vestido de civil, y a una armada apuntándome.
- ¿Que es todo esto? - mire a Calderón.
- Te dije... que cuando un empleado no sirve, se va - se acercó a mi con una foto en la mano - Y sabes que odio a los traicioneros.
Era una foto de mi de hace unas horas con Rusia y México sentados en el café.
Mierda, me atraparon.- Cuando ya me estabas empezando a caer bien - agito los puños con una sonrisa sarcástica - Pero venga, acompáñame.
Se abrió la puerta, los propios policías sabían de esto.
- Ven - Calderón salió al pasillo - Sígueme o ellos te llevarán a rastras.
Giré a ver a los militares apuntándome.
Ya no me quedaba de otra.
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No te vuelvo a perder
General FictionMéxico por fin tiene la vida que siempre busco con su novio Rusia y su hija adoptiva Sofi. Pero los problemas resurgen cuando Imperio Azteca desaparece sin dejar rastros junto con Imperio Romano. México deberá ir en busca de su madre sin saber si e...