Capítulo 46

7.4K 830 1.4K
                                    

-México-

La fiesta terminó a las cinco de la mañana, todos se fueron a turistear o al aeropuerto para regresar a sus respectivos países.

- Eso fue agotador - me senté en las escaleras de afuera de la casa mirando al mar.

- Si que lo fue, dichosa de La Niña, se quedó dormida - Rusia se sentó a mi lado.

- Pero fue una buena fiesta ¿cierto? - pregunte viendo arriba.

- Si omitimos la parte en la que le pegaste a URSS... si, lo fue - me abrazo de lado.

La puerta de atrás de nosotros se abrió, saliendo mi madre y URSS con cara de muertos por dormir una hora.

- Escuche eso, y no estuvo divertido - URSS suspiro estirándose.

- A mi si me divertido - Mi mami sonrió.

- Sabía que eras Masoquista - le respondió con un gruñido cubriéndose la cara.

Nos levantamos, platicando sobre cuáles eran sus planes después de esto.

Mi mamá regresaría a México, se inspiró demasiado en los cómics para ser una justiciera. Lo cual apoyaba al cien por qué se necesitaba a alguien que cuide a mi gente ahí. URSS se iría de regreso a su castillo en Rusia, para vivir cómodamente alejado de todos .

Se fueron al aeropuerto a las doce de la mañana, y esta vez le di un teléfono a mi mamá para llamarme cuando me necesite.

- Ahora somos tú y yo - Rusia me abrazó colocando su cabeza en mi hombro.

- Finalmente - suspire con una sonrisa - Seremos felices, por unos instantes.

- Aprovechémoslos - susurro, colocando sus manos en mis mejillas y besándome tiernamente.

-URSS-

- Bueno aquí es donde nuestros caminos se separan - mire a mi avión privado.

- Lamentablemente, todo tiene un final - miro a su avión con una sonrisa suave.

Quise ocultar mi tristeza con una mueca sería, pero era incapaz, le tome la mano, besando sus nudillos.

- ¿Te volveré a ver? - con mi pulgar le sobe los dedos sin separar su mano de mi barbilla - Dime que si, por favor.

- Eres un tonto enamorado - se burló de mi - ¿Tu crees que te vas a deshacer de mi tan fácilmente?.

- Quizás - susurre.

Quito su mano, acercándose a mi y dándome un beso en la mejilla, dejándome petrificado en mi lugar.

- Hasta luego, soldado - se apartó de mi alejándose a su avión.

- Hasta pronto, guerrera - me despedí, dándome la media vuelta.

De la nada sentí un fuerte jalón de mi camiseta, me giré viendo a Azteca, tomando mi cara con su mano apretando mis mejillas y acercándome, dándome un beso.

Me alejo, con una sonrisa tonta, como la que pone una adolescente después de dar su primer beso.

- Miau - susurre sorprendido.

- Mira quien es la gatita ahora - se burló de mi, soltando una carcajada y corriendo a su avión.

Wow, me tiene loco esa mujer. No la vuelvo a perder.

No te vuelvo a perder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora