Abrí los ojos agitada.
La misma pesadilla. Las mismas imágenes. Los mismos sonidos.
Me frote los ojos y mire a mi alrededor.
Todo estaba tal cual.
Ya había luz, pero no demasiada. Serían las 7 o las 8 de la mañana.
Aún no podía salir.
El estómago me gruñó.
Anoche no había cenado y la comida no había sido muy copiosa.
Me arrodillé junto a mi mochila y saque una lata.
No tenía hornillo para calentarla y era asquerosa, pero era todo lo que tenía. Y cada vez quedaba menos.
La comí intentando pensar en cualquier cosa menos en mi pesadilla.
Se repetían desde hace tiempo. Una y otra vez, casi todas las noches.
Despertaba sudando, temblando e incluso llorando.
Aquel día me había destrozado.
Escuche un crujido en el exterior. Como madera romperse.
Rápidamente recogí las cosas y con mucho cuidado me asomé a la ventana.
Había una mujer.
No me dio buena espina. Era joven. Más o menos de mi edad. Pero iba armada. A simple vista podía ver un rifle en su espalda, un cuchillo en su cinturón, y una pistola en la mano.
Detrás de ella aparecieron dos más.
Me quedé ahí escondida, observandolas.
-Dices que era una mujer?
-Si. Más o menos de mi edad. - dijo la que iba a la cola.
No le veía la cara, pues llevaba capucha.
-Y donde está?
-Tal vez la hayan devorado. - dijo la de en medio.
-Dónde está Ulric?
-Mirando dentro.
Dentro.
Si ese tal Ulric había entrado me encontraria.
Me subieron las pulsaciones. Con el cuchillo fuerte entre mis dedos, me giré hacia la puerta.
Seguía bloqueada por la mesa.
El pomo se giró, pero la puerta no se abrió.
Después se escucho un crujido, y por último un pequeño toque.
No me moví, no hice ruido, ni respiré. -Se que estas ahí. No diré nada. Cuando nos vayamos tienes que salir, dejaré un mapa en el mostrador. Sigue las indicaciones.
Claro, extraño. Te haré caso.
-Ulric! - se escucho un grito.
-Voy!
No me moví. Ese hombre sabia que yo estaba ahí escondida. Su subconsciente podría traicionarlo y delatarme. O podría haberme engañado.
-Despejado.
-Y donde demonios se ha metido esa zorra?
-No la conoces... - la mujer de en medio sonaba enfadada.
No se escucho ni una palabra más, pero si pasos.
Parecían alejarse.
Me asome un poco a la ventana.
Los cuatro se iban adentrando en el bosque.
Espere unos minutos. Puede que hubieran vuelto. Puede que estuvieran al otro lado de la gasolinera, esperando para llevarme con ellos.
Retire la mesa y salí con prudencia.
Como el tal Ulric había dicho, había un mapa en la mesa del mostrador.
Lo cogí y lo observe.
Marcaba un camino hacia un lugar marcado como La Comunidad.
"Nosotros iremos por el bosque, mantente siempre en carreteras secundarias y caminos."
¿Debía fiarme de este hombre?
¿Que demonios era la Comunidad?
¿Sería ese el verdadero nombre de la Zona Segura? No podía ser. Según el mapa, la Comunidad no estaba muy lejos, y según las señales, aún quedaban días a pie hasta la Zona Segura.
Esa mujer, la primera, no me daba confianza. ¿A qué demonios se referían con que Victoria me quería viva?
Con mi cuchillo en mano, que sería inútil si tenía que enfrentarme a cuatro personas, salí de la gasolinera.
No había rastro de ellos.
Sólo se oian pájaros entre las ramas del bosque.
Mire el mapa. Me indicaba que siguiera la carretera en dirección contraria a la que ellos habían tomado.
No lo pensé mucho, empecé a caminar hacia allí. No entraría a la Comunidad hasta estar segura. Primero observaria desde fuera y después pensaría bien si entrar.
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Después del Fin.
Fiksi IlmiahEl 7 de septiembre se acabó el mundo. No sabían muy bien de dónde, pero una serie de acontecimientos llevó a la aparición de esos extraños seres que empezaron a extenderse como una plaga. Casi desde el primero momento, Nora vagó sola. Encontró gente...