43.

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A Ulric le había podido el sueño. Llevaba unos diez minutos dormido y yo cada vez estaba más cansada.
El sol estaba ya bajo y el deposito casi vacío. Teníamos que estar ya ahí, no entendía porque tardabamos tanto.
Me frote los ojos.
Hay que parar.
-Ulric. Despierta.
Moví su brazo un poco.
Abrió los ojos.
-Vamos a parar.
Asintió.
Y cuando volví a poner la vista en la carretera vi unas luces a mi izquierda. Un coche directo hacia nosotros.
Tuve que dar un volantazo mientras pisaba los frenos con fuerza.
No me había dado tiempo a procesarlo cuando Ulric me agarró el brazo.
-Hay otro ahí.
Pronto teníamos el coche rodeado de personas armadas.
-Salid! - grito un hombre fuerte y alto.
Mire a Ulric unos segundos.
Asintió.
Entonces ambos abrimos nuestras puertas y salimos.
Veía como Ulric se sujetaba fuerte al coche, como si estuviera mareado.
-Quién sois?! Levantad las manos.
-Me llamo Nora. Él es Ulric.
Uno de los hombres se me acerco.
-Vas armada?
-Están en la parte de atrás. No llevamos nada encima.
Vi como una mujer se acercaba a Ulric y lo cacheaba.
Me miró con los ojos cansados. Estaba pálido.
-Él... Mi novio tiene una contusión. Necesitamos ayuda. No se encuentra bien.
-De dónde venís?
-Del Sur. De la zona de paso.
Entonces vi como las manos de Ulric se iban escurriendo y su cuerpo se iba quedando sin fuerza.
-Ulric!
Por suerte aquella mujer pudo sujetarlo antes de que cayera.
Llegue a su lado casi volando, con el corazón en la garganta y temblando.
-Necesita ayuda. Vamos hacia la Zona Segura.
Acaricié sus mejillas. Tenía buena temperatura.
-Ulric, despierta, vamos...
Abrió los ojos enseguida. Respire tranquila.
-Nora.
-Si.
-Estáis en vuestro día de suerte. Somos de la Zona Segura. Ayudadlo a levantarse y cargad sus cosas en el todoterreno.
Vi como esos hombres ayudaban a Ulric a levantarse y montarse en el coche.
Me monte a su lado y entrelace nuestros dedos.
-Ulric. Mírame.
Bajo la mirada.
-Estas bien?
-Cansado.
Se apoyo en mi hombro, y yo con cuidado acaricié su mejilla.
-Llegaremos pronto. - dijo el hombre que conducía.
Apreté fuerte la mano de Ulric.
-Aguanta, Ulric. Por favor.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora