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-Shh. - Ulric levantó el dedo a sus labios.
Asentí despacio.
Tenía la espalda pegada a una pared. Ulric estaba contra un coche. Podía ver perfectamente detrás de mi.
Por equivocación habíamos entrado a una guarida de unas bestias y habían salido detrás de nosotros.
Ulric podía verlos, los apuntaba con un arma.
Me estremecí cuando disparó por primera vez.
-Busca un coche! Nora! Busca un coche con gasolina! Ahora!
Ulric siguió disparando.
Me levante y corrí hasta el coche donde él estaba.
No tenía gasolina.
Corrí al siguiente. Seguía escuchando disparos.
Intenté darme toda la prisa que podía. Mi pie no me dejaba correr muy rápido.
Mire dos coches más, y en el tercero la aguja del depósito apuntaba casi a la mitad.
-Madre mía. ULRIC! Ulric ven!
Cogí mi rifle y apunte a aquellas bestias.
Ulric corría hacia mi.
Dispare un par de veces intentando cubrirlo. Me temblaba el pulso, no quería darle a él.
-Intenta arrancarlo, Nora!
Me metí en el coche y rebusque entre los cables.
-Ese! El de la derecha.
Ulric estaba fuera del coche disparando.
-No puedo, Ulric! No funciona.
-Sigue intentándolo.
Tras muchos intentos, el puente funcionó, el motor arrancó.
-Eso es.
Ulric entró en el coche.
Cerré la puerta y con prisa me puse en marcha. Nunca había conducido tan rápido.
Sentí la mano de Ulric en mi pierna.
-Vienen?
Se asomó por la ventana.
-Lejos. No pares. Vamos a dejarlas atrás.
Apreté mis manos alrededor del volante. Era difícil conducir por una ciudad a esta velocidad. Más aún con esas bestias a nuestras espaldas.
-Cómo estás?-le pregunte. Se había llevado un golpe en la cabeza y me preocupaba que hubiera empeorado.
Lo escuche respirar profundo.
-Bien.
-Ulric.
Escuche como reía silenciosamente.
-Estoy bien. Me duele un poco el golpe, pero estoy bien.
Acarició mi pierna.
-Seguro? - lo mire.
-Nora, si vas a conducir así de rápido será mejor que mires a la carretera.
Sonreí.
-No me puedo creer que estemos huyendo en un coche. Llevo años sin conducir uno.
-Lo mismo. Sigamos con él hasta que la gasolina no de para más.
Asentí.
Llevábamos minutos en la carretera.
-Vamos bien, no?
-Si, creo que si.
Vi de reojo como Ulric cerraba los ojos y se apoyaba en el reposacabezas.
-Ulric, no te duermas.
-Estoy algo cansado.
-Por favor, mantente despierto. Cuéntame algo.
-Em... No sé...
-No te duermas.
Me estaba poniendo nerviosa. Esto podía significar que había empeorado. No sabía cuanto quedaba para llegar a la zona segura, pero Ulric necesitaba ayuda ya.
Mire por los espejos en busca de algún rastro de esas bestias. Parecían haberse quedado ya atrás.
-Ulric. Dime. Como fue tu primera vez montando en bicicleta?
Así conseguí mantenerlo despierto hasta que nos habíamos alejado lo suficiente del lugar.
Detuve el coche y me gire a mirarlo.
El corte de su frente seguía cerrado, esta vez se había golpeado por detrás, pero tras examinarlo bien, no encontré ninguna herida.
-Ves bien?
Asintió.
Repetí todas aquellas cosas que había visto a él hacer en mis primeros días en la Comunidad, cuando yo estaba así.
Suspiré dejándome caer en el asiento.
-Tenemos que llegar ya, necesitas que te vea un médico.
-Tan mala pinta tengo?
-No lo parece, pero me da miedo.
-No debe quedar mucho.
Cerró los ojos unos segundos frunciendo el ceño.
-Te duele?
-Algo, si.
Mire el mapa.
-Se supone que estamos cerca.
Me miro y cogió mi mano.
-Tú estas bien?
-Si.
-Podemos seguir.
Asentí.
Volví a poner el coche en marcha.
-Ulric, cuéntame ahora algo de la universidad.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora