Abrí los ojos jadeando.
Mi cabeza se giró automáticamente hacia la fuente del sonido.
No estaba en el callejón. Martha no sujetaba mi mano. Martha no estaba. No había polvo, ni bestias, ni cadáveres.
Había un hombre recogiendo algo del suelo.
Mire a mi alrededor.
Estaba rodeada de biombos como los del hospital.
Me intenté levantar, pero el mínimo movimiento me hizo marearme.
El hombre se giró.
-Has despertado.
Ulric.
Hijo de puta.
Reconocia su voz.
Intenté alcanzar mi cuchillo, que estaba sobre mi mochila.
-Eh, eh. No te muevas mucho.
Se acercó a mí y me empujó hacia detrás hasta que me dejó de nuevo tumbada.
-Tienes un golpe en la cabeza. Seguramente una contusión.
Estaba cada vez más enfadada.
Veía algo borroso y me dolía la nuca. Estaba mareada.
-Tranquila.
Tranquila, dice.
Lancé mis manos hacia él, alcanzando con una su cuello y con otra su cara.
Se apartó asustado, con el ceño fruncido. Llevó sus dedos a su mejilla.
-Me.. Me engañaste.
-No.
-Dijiste que... Me seguiais, fue una trampa.
A penas me podía mover, pero conseguí levantarme sobre mi codo.
-No, no fue así. Te lo explicaré.
-Donde estoy?
-En la Comunidad.
-Que queréis de mi?
-Nada. Tranquilizate, por favor. Estas herida. - dijo con la voz calmanda.
-Vosotros lo hicisteis.
Suspiró.
-Iré a por Victoria.
-Quién es Victoria?
-La jefa.
-Ahora vengo, no te muevas.
Desapareció entre las cortinas y justo aproveche el momento para ponerme de pie.
Me tambalee, una punzada cruzando mi cabeza.
El dolor era horrible.
Me tuve que apoyar en la cama, pero alcance el cuchillo.
-Vas a hacerte daño, muchacha.
Me giré.
Una señora mayor, delgada y de pelo canoso me miraba con los brazos cruzados.
Ulric y una de las chicas estaban detrás de ella.
Levante el cuchillo hacia ellos.
Durante estos años había aprendido a no fiarme de nadie. Más aún si te han perseguido por un bosque y dejado inconsciente de un golpe.
-Baja eso, por favor. Sólo queremos ayudarte.
-No lo parece.
Tuve que cerrar los ojos un segundo. Se me nublaba la vista.
-Por favor, baja el...
No le dio tiempo a continuar la frase.
Los vi a los tres lanzarse hacia mi al tiempo que todo a mi alrededor se desvanecía.
-Eh, eh, eh, ya está. Te tengo.
Cuando volví a abrir los ojos, la chica me tenía sobre su regazo.
Ulric tenía mi cuchillo en la mano, y Victoria estaba arrodillada a mi lado.
-Tienes un golpe fuerte, no debes moverte mucho. Reily es... Bueno. No debía golpearte.
Una risa escapó de mis labios.
-Queremos que encuentres tu hogar aquí. Podemos ayudarte. Perdona el golpe.
-Cómo voy a perdonarlo. Tengo un constante dolor de cabeza.
Me intente incorporar hasta quedar sentada en el suelo.
-Ulric, puedes mirarle las heridas? El corte de la mano parece haberse abierto.
Mire a Ulric y él me miró a mi.
-Vamos a levantarte, con cuidado, eso es...
Cuando estuve de pie, me mantuve aferrada a sus manos. Sentía que me iba a caer en cualquier momento.
La chica y él me ayudaron a volver a subir a la cama.
-Ves bien? - preguntó ella.
-Si. Solo estoy mareada. Y con dolor.
Ulric se me acerco un poco.
-Me dejas ver la mano?
Ulric y la chica examinaron mis heridas y se aseguraron de que estaba bien.
-Yo soy Helena, Cuál es tú nombre? - preguntó ella.
-Nora.
Helena era bastante joven. Más que yo. A penas tendría 18 años.
Ulric si parecía mayor. Más o menos de mi edad. No mucho más.
-Nora... Aquí no queremos hacerte daño, en serio. - dijo Ulric.
Suspiré bajando la mirada al suelo.
No estaba muy convencida.
-Todas tus cosas están aquí. Hemos dejado tu cuchillo. Si quisiéramos tenerte presa, no lo hubiéramos hecho, no crees?
No conteste.
No quería hacerlo.
-La Comunidad es un buen lugar. Es seguro. - dijo Helena.
Asentí.
-Te acostumbrarás. Luego puedes venir a cenar con nosotros.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora