20.

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-Su cumpleaños es dentro de 3 días.
Melissa dormía en un sofa. Habíamos encontrado una casa en condiciones cerca de la peluquería.
Ulric estaba sentado en un sillón y yo en el otro.
Me había tapado con mi cazadora hasta la nariz.
-Pobre niña.
-Mañana voy a salir a buscar algo. Alguna tienda. Quiero hacerle un regalo.
Asentí despacio.
Tenía sueño, pero no quería dormir. Sabía lo que venía cuando cerraba los ojos.
Ulric bostezo.
-Viajabas sola?
-Si. Bueno. El día que me encontrasteis hacia una semana o así que me había quedado sola. Eran una pareja. Él no era buena persona, pero ella no se merecía acabar así.
Suspiré, acomodandome mejor en el sillón.
No dijo nada, pero no me quitaba el ojo de encima.
Seguramente quisiera saber más. Pero yo no estaba preparada para contarle.
-Y tú?
-Perdí a mi familia casi al principio. Pero bueno, supongo que nos pasó a todos.
Asentí despacio.
Mis padres murieron poco después de la evacuación. Vivíamos en ciudades distintas y ni siquiera pude despedirme de ellos.
-Puedo preguntar una cosa?
-Claro.
-Sabes que pasó con Helena?
Negó con la cabeza.
-No la vi.
-Estaba con ella, pero apareció Riley y me tiró al suelo.
-Espero que pudiera escapar. Era buena chica.
-Si. Estuvo pendiente de mí y yo... - me callé.
Había hecho con Helena lo mismo que había intentado con Ulric y Melissa.
-Y...
Que más da. Díselo.
-La alejaba de mi. La evitaba. No me iba a quedar en la Comunidad, no quería cogerle mucho cariño. Es duro dejar a gente atrás.
-Entiendo...
Nos quedamos callados.
Estuvimos mucho rato así. Escuchábamos bestias en el exterior, pero el lugar era seguro.
-Te pasa eso con nosotros, no? Por eso a veces te apartas.
Asentí sin mirarlo.
-Hay algo que yo pueda hacer?
Negué.
Apreté los labios. No quería decir nada, ni llorar.
-Intentare sobrevivir.
Lo mire de reojo.
-Eso sería suficiente.
-Lo haré.
Sonreí para mi.
Al rato, cuando lo volvi a mirar, estaba dormido, abrazado a si mismo.
Me levante y cogí su cazadora, echándola por encima de su cuerpo.
Inclinada a su lado, aparte unos mechones de pelo de su frente.
Era guapo. Tenía una nariz recta y los labios rellenos, además también tenía unos bonitos ojos.
Apartate. Se va a despertar.
Me hice caso a mi misma y me senté en el sillón.
Tenía ganas de dibujar, así que cogí el cuaderno, la linterna y un lápiz.
Casi sin quererlo lo empecé a dibujar a él. De perfil, tal como lo veía ahora. Los trazos salían solos.
Termine el dibujo cuando empezaba a salir el sol.
Sonreí viéndolo. Era perfecto.
Guarde el cuaderno y me senté en el sillón. Quería descansar.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora