-Se ha dormido.
Ulric salió de la habitación en la que Melissa estaba.
Se dejó caer a mi lado.
-Odio que no haya sofás en ningún sitio.
Reí.
Teníamos una linterna que daba algo de luz, pero no la suficiente como para delatarnos.
La cabaña era pequeña, por lo que no había problema en estar en salas distintas. Sólo nos separaban unos metros.
-Lo hemos hecho bien, no? - dije mirando las motas de polvo en el haz de luz.
-Si. Yo creo que si. Se lo ha pasado bien.
Habíamos estado toda la tarde jugando en el agua. La niña parecía haber olvidado todo lo demás.
-Estas mejor. - afirmó.
Lo mire.
-Que quieres decir?
-Pasas más tiempo con ella. Habláis más. Es como si ya no le tuvieras miedo.
-No le tengo miedo. - rodé los ojos.
-Me entiendes.
Me encogí de hombros. Estaba confusa. Si tenía miedo a perderla. Era un sentimiento que siempre estaba ahí y que también afectaba a Ulric. Si a alguno les pasara algo no podría aguantarlo. No otra vez.
-Me dijo que tenias novia.
Negué con la cabeza.
-Sabía que no se iba a quedar callada. -no estaba enfadada. Melissa era así y ya. No tenía culpa de nada.
-No querías que me enterara?
-No es algo de lo que me guste hablar. No fue fácil.
-Oh.
No insistio más. Nos quedamos callados, terminando las 2 últimas latas de cerveza en la semioscuridad de la cabaña.
La noche estaba tranquila, no se escuchaba nada en el exterior.
-Dijo que creías que tu novia era la chica más guapa del mundo.
Asentí despacio.
Odiaba hablar de Alison. Sólo me traía dolor.
-Y que ella decía que lo eras tú.
Asentí.
-Estoy de acuerdo.
-Ulric... - lo mire negando con la cabeza.
No me gustaba a donde estaba yendo esto. Habíamos bebido, no sabía que decía. No lo decía en serio.
-Nora, mírame.
No lo hice.
-Nora. Lo digo en serio. Eres preciosa. Eres increíble.
-No me conoces.
Se encogió de hombros.
-Puede que no sepa tu color favorito, pero te conozco, Nora. Lo que se de ti me gusta.
Cerré los ojos.
-Ulric...
Sentí sus dedos pasear por el dorso de mi mano.
-No se que pasaría con tu novia. Pero no pretendo sustituirla. No... No sé ni lo que intento.
Tomo aire y se mantuvo un rato callado.
-Es la primera vez en años que tengo que hacer esto.
Lo mire.
Tenía los ojos cerrados. Esta mañana se había afeitado, estaba increíble, su piel parecía tan suave...
Yo no podía negar que sentía cosas por él, era algo que empezaba a resultar obvio.
-No lo he superado. No consigo aceptar que ella ya no está. No consigo superar su muerte. Siempre está ahí. El recuerdo. No lo saco de mi cabeza.
Se apoyo en la pared y me miró.
-No puedo estar con nadie más. No así. Te haría daño, Ulric. Me haría daño a mi misma. No quiero sufrir más.
Ulric se inclino un poco hacia mi.
-Voy a esperar lo que sea necesario.
Cerré los ojos.
-No me esperes, Ulric. No desperdicies tu vida por mi.
-No hay nadie más por quien desperdiciarla.
Tenía el corazón acelerado.
Hacia tanto que no me sentía así que casi ni lo recordaba.
No entendía porqué le gustaba. Porque quería hacer esto. Porqué estaba dispuesto a esperar.
No lo entendía.
Se inclino un poco más y junto nuestros labios con suavidad, pero se apartó enseguida, dejando mi piel húmeda y con hormigueo.
-Lo siento, no se porqué lo he hecho.
Se frotó la cara y hundió los dedos en su pelo.
Puse la mano en su brazo e hice que me mirara.
Algo en mi me empujó hacia él. Choque nuestros labios en un beso más apasionado.
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Después del Fin.
Science FictionEl 7 de septiembre se acabó el mundo. No sabían muy bien de dónde, pero una serie de acontecimientos llevó a la aparición de esos extraños seres que empezaron a extenderse como una plaga. Casi desde el primero momento, Nora vagó sola. Encontró gente...