-Helena. Helena!
La muchacha iba corriendo por los pasillos.
Yo no sabía que hacer, no me habían explicado que hacer en estos casos. No sabía si había pasado antes. Ni si esta gente estaba preparada.
-Helena, para un momento. Que hago? Donde vamos?
A nuestras espaldas se escuchaban gritos y alaridos de dolor.
Era como tener un deja vu. Todos los sonidos. El miedo. La ansiedad. Todo se repetía.
Esas bestias empezaban a encontrar a sus primeras víctimas. Este lugar era una trampa. No había forma de salir sin encontrarnos con ellas.
Me choque con un par de personas en nuestro camino.
Iban armados y corrían hacia las escaleras.
Al volver a echar a correr, me encontré cara a cara con Riley. También iba armada. Y no dudo en empujarme haciéndome caer.
Me golpee la cabeza contra la pared.
Parpadee un par de veces. La vista estaba borrosa.
Esa desgraciada lo había hecho a propósito.
Volvia a sentir ese miedo. Esa sensación. Estaba indefensa.
Me toque el golpe. No había sangre, por suerte. La herida no se había abierto.
-Eh! Nora, que haces ahí? Vamos levanta.
Mientras se me despejada la vista, Ulric me levantaba del suelo.
Helena ya no estaba.
-Que te pasa? Nora!
-Si, si.
-Mírame. Me ves bien?
-Más o menos - podía distinguir perfectamente su cara.
-Que pasa, Ulric? Que hago? Donde está Helena? - estaba aterrorizada.
-Toma esto.
Me dio un rifle. Era pesado.
-Sigue hasta el final del pasillo. A la derecha hay una puerta. Hay un niña escondida dentro. Cogela y sube  escondete. Donde sea. Busca un lugar seguro. Os buscaré. - Mientras hablaba, su enorme mano se mantenía en mi hombro.
-Quién es? Ulric, espera!
Ya se encontraba de camino a lo que podía ser una muerte segura.
-Voy a buscar a sus padres!
Lo vi irse entre la multitud de gente que corría de un lado a otro asustada.
Había gente ensangrentada, gente llorando, gente herida...
Era un infierno.
Pasaron unos segundos hasta que mi cuerpo quiso reaccionar.
Seguí el camino que me había indicado Ulric.
Encontré una puerta, y justo entonces escuche un grito a mis espaldas.
Ahi, al final del pasillo, estaba una de esas bestias.
Corrí a la puerta y la abrí.
Allí, en una esquina, había una niña abrazada a si misma. Mire a la bestia. Estaba demasiado cerca como para huir.
Entre y cerré, sintiéndome egoísta por esconderme en medio de aquel caos habiendo gente muriendo solo a unos metros.
-Ulric?
-No. Soy Nora. Pero me manda él.
Mire a mi alrededor. Vi unos pies salir de detrás de un viejo escritorio.
-Ha ido a buscar a mis padres.
-Si. Me ha pedido que cuide de ti. Como te llamas? - dije intentando sonar lo más tranquila posible y acercándome despacio.
-Melissa.
-Bien, Melissa. Nos vamos a quedar aquí y vamos a esperar a Ulric y a tus padres.
Mire la habitación. Era un cuarto de herramientas. No había mucho donde refugiarse.
-Están ahí fuera?
Asentí.
-Vamos a quedarnos aquí, vale? Calladas. No podemos hacer mucho ruido.
Me senté a su lado.
-Esa escopeta es para matar bestias?
Asenti.
-Tengo miedo.
Vi como los ojos de la niña se llenaban de lágrimas.
-Eh, no nos pasará nada, vale? Cierra los ojos y piensa en cosas bonitas.
La niña se acercó a mi se encogió.
Se escucho un grito en el exterior. Melissa gimio asustada.
-Shh. No pasa nada. Recuerda. Piensa algo bonito.
Mantenía el rifle bien agarrado. En caso de que la puerta se abriera, quería estar lista.
No se cuanto tiempo pasó, me dolía la cabeza y me sentía cansada.
Cada vez se escuchaban menos y menos gritos.
Todo se estaba quedando tranquilo.
Aún me temblaban las manos. Nunca había vivido algo así. Nunca había estado con tanta gente. Ni en un lugar tan cerrado. Me habían atacado manadas de bestias en varias ocasiones. Había perdido gente. Pero esto era una trampa.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora