39.

3 1 0
                                    

Estaba agotada.
Cada día hacia más calor. Había tormentas muchas tardes. Tenía heridas en un pie por el calzado y
Ulric me llevaba cogida de la mano. Caminaba unos pasos más adelante.
-Vas bien?
-Un poco cansada.
-Podemos parar.
-Vamos a seguir un poco, vale? Puedo aguantar.
No habíamos anotado mucho más de 20 minutos y el dolor en mi pie derecho se estaba volviendo insoportable.
-Ulric, para.
Se giró preocupado.
-Me duele mucho el pie.
Me dio su brazo para que me dejara caer en él, aliviando en peso.
Miró alrededor.
-Ahí hay unas rocas.
Me ayudo a llegar.
Me senté en el suelo y me quite la bota.
Tenía una herida algo fea.
La examinó con cuidado.
-Creo que hay un río por aquí. Puedo ir a por agua.
-Que? Solo?
Sonrió un poco.
-En serio me estas diciendo esto?
Rodé lo ojos.
-El mapa?
Se lo di.
Busco en el durante unos minutos.
-No parece estar muy cerca. Voy a ir a por agua.
Se me formó un nudo en el estómago.
Me cogió la mano.
-Es solo un momento. Creo que esta a unos 500 metros en aquella dirección.
Asentí.
-Ten mucho cuidado.
Dejo su mochila a mi lado y cogió el rifle y las botellas.
Se inclinó sobre mi y junto nuestros labios.
-Tú también.
Le di otro beso y lo vi marcharse.
Pronto desapareció entre los árboles.
Intenté calmarme.
Ahora mismo no podía llegar muy lejos si tenía que correr. Estaba cansada y posiblemente deshidratada. Y sola.
Ulric estaba por ahí, en medio del bosque, buscando un río que supuestamente no estaba lejos.
Sentía esa presión en el pecho. Sentía que si no estaba con él le pasaría algo.
Y pasaron los minutos y no volvía. Se convirtió casi en una hora y yo cada vez estaba más nerviosa. 500 metros no era mucho.
Tenía esa sensación de que le había pasado algo.
Con manos temblorosas me volví a poner la bota.
Escocia mucho. La tela del calcetín se pegaba a la herida. Pero ahora me importaba más encontrar a Ulric.
Me puse mi mochila y cogí mi arma.
Dejé la mochila de Ulric algo escondida y eche a andar por donde él se había ido.
Se escuchaba el rumor del agua.
Seguí el sonido.
-Ulric?
No obtuve respuesta.
No debía estar muy lejos.
Vi el reflejo del agua.
Camine hacia allí. Tenía que apoyarme en los árboles para poder caminar.
-Ulric.
Mire a todo mi alrededor.
De repente sentí como si me hubieran tirado un balde de agua fría por encima.
-Ulric!

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora