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Sirvieron la cena. La mejor que había tenido en meses.
Comía con tranquilidad, no quería enfermar.
Escuchaba las conversaciones en la larga mesa. Había cerca de 30 personas en este lugar. Tres más ahora que habíamos llegado nosotros.
Estaba sentada junto a Melissa, enfrente que Ulric, quien estaba sentado al lado de Michael. Anne estaba sentada con su hija.
No dejaba de abrazarla y darle besos.
Estaba contenta por ellos. Podía imaginarme lo que habían pasado.
No dejaba de darle vueltas a qué pasaría ahora. Ellos ya estaban juntos. Era eso lo que queríamos, no? Que tendría Ulric pensado hacer ahora? Esperaría aquí con ellos? Querría seguir el viaje a la Zona Segura?
-Nora!
Mire a Melissa. Parecía que había estado hablándome.
-Le he contado a mi madre como celebramos mi cumpleaños.
Sonreí. Fue un día bonito, Melissa disfruto mucho, y estaba muy feliz de haber contribuido en ello.
-No se como dar las gracias por todo. - dijo Anna.
Negué despacio.
-No ha sido ningún problema. Melissa ha sido muy valiente estos días.
Habían sido algo más de dos semanas lo que habíamos pasado juntas. Parecía poco tiempo, pero para mí había sido más que suficiente. La adoraba y no sabía que iba a hacer ahora. Justo esto era lo que no quería.
Ulric toco mi pie con el suyo por debajo de la mesa.
-Que vais a hacer ahora? - preguntó.
-Vamos a esperarnos a que nazca el bebé. No puedo salir así. No puedo correr. No puedo hacer nada. Es más seguro quedarse.
Ulric asintió.
-Como funcionáis aquí?
-Rose es la jefa, por así decirlo. Viene de la Zona Segura. Ella mantiene todo esto en funcionamiento. Stuart, John y Jessica también viven aquí siempre aquí. Es un pequeño santuario para viajeros. Para gente como nosotros.
-Y los demás? - pregunte.
-Están aquí como nosotros. - dijo Michael. Aquel grupo sentado al otro borde de la mesa? Ellos son demasiado mayores. Seguramente se queden aquí para siempre.
-Que haréis vosotros? - pregunto Anna.
Ulric y yo nos miramos.
-No lo sé. - dijo él.
-Seguiréis juntos?
No dije nada. No tenía que decir.
Ulric solo se encogió de hombros.
El ambiente se había tornado demasiado tenso. Necesitaba salir de ahí.
Espere un rato a haber terminado la cena y me excuse diciendo que estaba cansada.
Por suerte en este lugar habían construido habitaciones individuales.
Fui a la que me habían dejado todo lo rápido que pude y me encerré ahí.
Me tumbe en la cama.
Necesitaba estar tranquila. Solo un rato.
Estaba muy confusa. Demasiadas cosas pasaban por mi cabeza en ese momento.
No sabía si quería quedarme. Si quería irme. Me preocupaba que iba a hacer Ulric. Seguramente quisiera quedarse. Quería mucho a Melissa.
Me mordí el puño para no llorar.
Las paredes eran finas y me escucharian.
Escuche dos toques en la puerta.
Sabía que era él.
Me levante y fui despacio.
-Si?
-Nora. Estas bien?
Abrí un poco, no dejándome ver entera.
Ulric parecía preocupado.
-Si. Estoy cansada. - sabía que no me había creído.
-Quieres hablar?
Negué con la cabeza.
Él asintió.
-Necesito estar sola. - dije en voz baja.
-Entiendo...
Se metió las manos en los bolsillos.
-Si necesitas algo... Bueno, ya sabes. Ven.
-Claro. - sonreí un poco.
Él también.
Adoro esa sonrisa.
-Descansa, Nora.
-Buenas noches.
Cerré la puerta y me metí a la cama.
Aunque tarde mucho en quedarme dormida, aquella noche me supo a gloria.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora