34.

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Desperté sola.
Ulric ya no estaba.
Frunci el ceño. No esperaba esto. Pensaba que iba a estar ahí. Que me daría los buenos días y empezaríamos el día juntos.
Me frote los ojos.
Tarde unos minutos en levantarme, lavarme y vestirme.
Salí.
Ya había bastante movimiento.
Esperaba que aquellas personas no nos hubieran escuchado.
Encontré a Anna arreglando verduras junto a una de las ventanas, Melissa estaba con ella, el peluche de su cumpleaños en la mesa con ella.
-Buenos días!
La niña me abrazo.
La iba a echar mucho de menos.
-Buenos días.
Acaricié su pelo.
-Habéis visto a Ulric?
-Esta fuera.
-Gracias.
Fui al exterior.
Varias personas se reunían alrededor de una bestia. Ulric entre ellos.
Me acerque despacio y toque su brazo.
-Que ha pasado?
-Stuart la ha pillado colándose al corral de las ovejas. Están pensando que hacer con ella.
Estaba encerrada en el sitio de las ovejas.
Eran horrendas. Aquella piel casi calva y verrugosa, ese rostro arrugado y esos enormes dientes.
-Hay alguien herido?
-No. En cuanto he oído ruido he salido y les he ayudado a atraparla.
-Vaya! No... No me he enterado.
-Tenías un sueño muy profundo.
Y era verdad. Había descansado como hacía tiempo que no lo hacía.
Ulric se me acerco un poco pero sin llegar a tocarme.
-Cómo estás?
Un sonrisa tonta se me escapó.
-Bien... Estoy bien.
Me acarició la mejilla y sonrió.
-Creo que debemos matarla. Es un peligro tenerla ahí. - aquel comentario nos sacó de nuestro trance.
-Esta sufriendo, de todas formas. - dijo otra persona.
-No me importa si sufre, la verdad.
Se escucho un arma y antes de un suspiro, un disparo.
Cayó muerta al suelo.
Rose se abrió paso.
-Llevadla al bosque, servirá de alimento para otras y con suerte tardarán en venir por aquí. Quien demonios tenía que vigilar anoche?
Rose empezó a echarle la bronca a los responsables.
-Vamos dentro. Tenemos que empezar a preparar las cosas.
Asentí.
-Pensaba que habías huido de mí habitación mientras dormía.
Me miró extrañado.
-Por qué haría eso?
Me encogí de hombros. No había ningún motivo aparente. Sabía que Ulric no se había acostado conmigo simplemente por el sexo.
Me dio un pequeño toque en la barbilla. Sonreí.
Me sentía una persona nueva cuando estaba a su lado.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora