31.

2 0 0
                                    

Me temblaban las manos.
-Encontré mis cosas en nuestro pequeño campamento. Las bestias no habían pasado por ahí. Recogí todo y me marche. Vagué como un zombie por ahí durante días. No comí. No bebí... Y a día de hoy sigo viendo su cara cada vez que cierro los ojos e intento dormir. Ese recuerdo me persigue. No puedo sacarla de mi cabeza... Tengo pesadillas cada noche.
Senti su mano subir por mi espalda y acariciarme despacio.
Tenía la mirada en el horizonte, todo lo lejos que los árboles me dejaban. Las lágrimas caían silenciosas por mi cara.
-Era la mujer más bella del mundo, y la última imagen que tengo de ella es su cara destrozada. Su... Su precioso rostro.
Sentí los labios de Ulric en mi sien y su brazo rodeandome protector por mis hombros.
Me encogí. Me sentia débil y pequeña.
-Lo siento mucho...
Ulric era la primera persona en saber que ocurrió. La primera persona en saber que había perdido a quien más quería. La primera persona en consolarme por ello.
Me dejó llorar, desahogarme, soltar todo lo que había guardado.
No dijo nada. Permaneció callado dándome suaves caricias en el brazo, rodeandome protectoramente y susurrando de vez en cuando palabras de apoyo.
Intente recuperar la respiración.
-Ya esta... - susurró en mi oído.
Me aparte de su lado, necesitando unos segundos para respirar y componerme.
Me limpie los ojos y lo mire. A unos metros de mi, apoyado en la valla, me miraba con preocupación.
-Esa es mi historia, Ulric. No quiero volver a pasar por eso. No podré soportarlo.
Se frotó los ojos.
-Hay cosas en esta vida que no podemos evitar...
-Pude quedarme con ella. Pero no lo hice.
-Ella te pidió que te fueras. Seguramente quisiera salvarte. Porque te quería. Igual que hiciste tú en la central eléctrica.
Me quedé boquiabierta.
-Igual que querías hacer ayer. Me gustaría ser la mitad de valiente que tú, Nora.
Me limpie una vez más las lágrimas.
-No estaba en tu mano, Nora. Hubieras muerto tú también. No nos habríamos conocido. Melissa no te hubiera conocido. Las cosas ocurren por una razón.
-Pero duele.
-Lo sé. Lo sé.
Camine hacia él buscando un abrazo.
Me escondí en su pecho y cerré los ojos.
-Alison estaría orgullosa de ti.
Cerré los ojos.
Me sentía mejor ahora que lo había sacado de mi pecho. Las palabras de Ulric me estaban ayudando bastante. No conseguía asimilar bien algunas cosas, pero sabía que tenía razón.
-Dio su vida por mi...
-Tú hubieras dado la tuya por ella.
Asentí despacio.
-Ulric.
-Si?
Me escondí en su cuello, mi nariz rozando su piel.
-Gracias.
Me dio un beso en la mejilla.
Cerré los ojos y respiré hondo.
-No puedo prometerte que estaré siempre a salvo, Nora. Pero puedo prometer que haré lo que sea para mantenerme vivo y a tu lado.
Me deje caer más contra él.
Ahora más que nunca sabía que lo que sentía hacía él era real.
Nos conocíamos solo unas semanas. Pero era suficiente.
Estuvimos así mucho rato. Muchísimo. Pero no me quería apartar.
-Que harás ahora? - pregunté con la voz suave.
-Ahora? No sé. Pensé que seguiríamos el camino hasta la Zona Segura.
-Quieres seguir?
Me aparte de él, pero deje mis manos en su cintura.
-Si, pensé que tú también.
-Si, claro que si. Es que creía que esperarías aquí con Melissa.
-Melissa ya tiene a sus padres.
-Pero...
-Los esperaremos en la Zona Segura.
Fruncí un poco el ceño.
Podían no llegar nunca a aquel lugar.
Ulric, con su pulgar, repasó las arrugas que se dibujaban en mi frente.
-Tienes miedo.
-Si. Siempre.
-Yo también.
Me atreví a acariciar su mejilla. Sus ojos se cerraron unos segundos.
Ulric me quería.
Pensé durante demasiado tiempo que nunca encontraría a nadie, que seguiría sola para siempre. Pero lo había hecho.
Aún quedaba mucho camino por delante y podían ocurrir muchas cosas.
-Chicos! Vamos a comer! - nos llamó Melissa desde la puerta.
Ulric sonrió.
-Vamos?
Asentí.
Me agarre a su brazo y juntos fuimos a comer.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora