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Otra vez no. Por favor. Él también no.
Corrí hacia Ulric.
Cada paso me dolía como mil demonios. El terreno era inestable y me tropecé un par de veces.
-Ulric! Ulric.
Cai de rodillas a su lado.
Estaba inconsciente en la orilla de aquel río.
-Ulric, por favor.
Vi un hilo de sangre en su frente, cayendo por el lateral de su cara. Tenía los ojos cerrados y los labios entreabiertos.
Yo estaba llorando. No recordaba haber empezado, pero las lágrimas caían en cataratas por mis mejillas.
Con mucho cuidado tomé su pulso.
-Oh cielos. Menos mal.
Me apoye en su pecho intentando recuperar la compostura. Tenía que ayudarlo. No podía hacerlo si estaba llorando a mares. No podía dejar que le pasara lo mismo que a Alison.
Tomé varias respiraciones profundas las suficientes para poder tranquilizarme.
Una vez me había recompuesto, mire a mi alrededor para asegurarme de que estábamos a salvo.
-Ulric. - Sujete su cara entre mis manos.-Ulric, por favor despierta.
Los dedos se me estaban manchando de sangre.
-Ulric... Ulric no puedes hacerme esto. Tienes que despertarte. Vamos. - inevitablemente, volvía a llorar-No puedes irte.
Sabía que los golpes en la cabeza podían ser fatales. Sabía que podía acabar muriendo.
-Ulric...
No podía perderlo. No. A él también no.
-Ulric, por favor.
Acaricié sus mejillas con mis pulgares.
No sabía que hacer para que despertara.
-Despierta, por favor. Ulric. Vamos. No puedes morirte. No me puedes hacer esto. Vamos. Di algo. Abre los ojos.
Sus parpados se movieron y sus labios se cerraron.
-Ulric? Ulric, soy yo, Nora.
Abrió los ojos, mirando hacia arriba, hacia las copas de los árboles.
Espere paciente, casi aguantando la respiración, a qué se acostumbrara a la luz.
Vi sus pupilas adaptarse y sus ojos moviéndose hasta llegar a mi cara.
-Nora?
-Oh, cielos.
Ahora, con lágrimas de felicidad en mis ojos, lo abrace contra mi pecho, teniendo cuidado de no hacerle daño.
-Pensaba que... Menos mal.
Le di un beso en la sien.
-Te quiero mucho, Ulric. No me vuelvas a asustar así. Pensé que te perdía.
Le di besos por las mejillas.
Estaba temblando.
-Estas bien? Que ha pasado? Te duele algo? - dije sujetando su barbilla con mis dedos.
Una débil sonrisa apareció en sus labios.
Le di un suave beso en ellos.
Intentó levantarse.
-Espera, espera. Tienes un golpe en la cabeza.
-Estoy un poco mareado.
Le ayude a sentarse con mucho cuidado, utilizando un árbol de respaldo.
Me senté a su lado y con cuidado aparte el pelo de su frente.
-Me has asustado mucho. He estado esperando casi una hora.
-Tanto?
Asentí despacio. El corte, más o menos sobre su ceja izquierda, empezaba a causar inflamación.
Levantó su mano hasta mi mejilla.
Estaba segura de que tenía los ojos rojos e hinchados por las lágrimas.
Acarició mi piel despacio.
-Pensaba que te había perdido a ti también. - dije en voz baja.
-Lo siento.
Junte nuestros labios.
-Te quiero. Tendría que habértelo dicho antes. En el coche. O... No sé.
-Eh, eh. No pasa nada. Esta bien. Cada persona tiene su momento.
-Mi momento ha sido verte inconsciente. Pensaba que ibas a morir.
-No puedo morir. Te lo prometi.
Sonreí.
Le di otro beso y me levante.
Entonces el dolor se me hizo presente.
-Estas bien?
-No mucho.
Me acerque a la orilla cojeando.
-Ten cuidado. Escurre.
Pude llenar las botellas sin sufrir ningún accidente y volver a él.
-Ves bien?-dije recordando lo que él me preguntaba a todas horas en mis primero días en la Comunidad.
-Si.
-Toma. Tienes que beber agua.
Le ayude a beber, a pesar de que el insistía en que si que podía.
Sentía que tenía que cuidar de él, tenía que protegerlo.
-Nora, como esta tu pie?
-Bien. Déjame limpiarte ese corte.
-Nora...
-Puedo esperar, Ulric. Déjame curarte.
Suspiro resignado.
-Eres testaruda.
Humedecí una gasa en agua y con cuidado limpie la sangre.
Ulric cerró los ojos y se mordió el labio.
Como cuando tuve que cuidar de su golpe.
Cuando limpie el golpe, hizo un pequeño sonido.
-Ya termino.
-Duele.
-Lo sé.
Limpie bien la herida teniendo el máximo cuidado y la cubrí.
Ulric abrió los ojos y tomó una respiración profunda.
-Ahora déjame a mi, siéntate.
-No, puedo hacerlo yo, en serio...
-Nora...
Déjalo. Casi muere por curarte el pie.
-De acuerdo.
Fue más doloroso de lo que pensaba. La herida tenía mala pinta, pero Ulric la limpio lo mejor que pudo.
Me apoye en su hombro cuando termino, dejando mis piernas sobre su regazo.
-Como vamos a hacer para ponernos a salvo esta noche?-pregunte.
-No lo sé. Tenemos que seguir pronto, pero tú no puedes andar bien así.
-Ni tú, tendrías que reposar, Ulric.
Se frotó los ojos.
-No podemos pasar aquí la noche.
Mire a mi alrededor. Estábamos muy expuestos.
Ulric y yo decidimos un rato más tarde, seguir andando.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora