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Habíamos encontrado una pequeña cueva. No era muy grande, pero no estariamos a la interperie.
Ulric incluso había hecho una pequeña cubierta con ramas para cerrar un poco la entrada.
-Donde has aprendido eso?
-En alguna película, supongo.
Reí.
Se sentó a mi lado, pero acabó dejándose caer en mi regazo.
Acaricié su pelo con cuidado.
Casi lo pierdo.
-Te duele?
-Un poco. Tengo algo de dolor de cabeza.
-Ha sido mi culpa.
Cogió mi mano y me dio un beso en los nudillos.
-No digas eso.
-Me he asustado mucho. - dije susurrando.
-Lo sé. Pero estoy bien.
Con cuidado acaricié el contorno de su cara.
-Creo que me gusta que cuides de mi.
Sonreí.
-No hace falta que arriesgues tu vida.
-Intentaré no hacerlo.
Entrelazó nuestros dedos y dejo nuestras manos en su pecho. Podía sentir perfectamente sus latidos.
-Tengo que consefar que fingi un par de veces que me dolía el costado para que me pusieras crema.
Solté una carcajada.
-Shh...
-Por qué hacías eso?
-Bueno, no me hubieras dado un masaje si lo hubiera pedido.
-Tienes razón.
-También me gustaba ese momento. Era como... Nuestro?
Sonreí un poco.
Ulric estaba sonrojado y yo seguramente también.
-También me gustaba... Te empezaste a abrir a mi.
-En cambio yo no conseguía sacarte nada sobre ti.
Jugué con nuestros dedos.
-Echaba de menos sentirme así. - dijo.
-Así?
-Tranquilo. No se. Saber que tienes a alguien.
Sentí mi pecho encogerse, pero de felicidad.
-Eres callada.
-Hablo mucho.
-No lo haces. Te callas las cosas que sientes. Pero se te nota en la cara. Yo lo noto.
-No me gusta mucho hablar de mis sentimientos.
-Lo entiendo.
Una vez más beso mis nudillos.
Manteniendome la mirada repartió pequeños besos por mi mano y muñeca hasta el punto donde podía sentir mi pulso.
Me liberé de su mano y acaricié sus labios.
-Me gustaría no tener una contusión ahora mismo.
Reí.
-Puedes esperar hasta que lleguemos a la Zona Segura?
-Espero que no quede mucho.
Sonreí.
Estuvimos así un rato más. Me empezaba a dar sueño. Acomodé bien las mochilas y las cazadoras y me acosté a su lado.
Ulric me dejó que me acomodara en su pecho. Nos tapamos bien los las cazadoras encimas de nosotros.
-Me gusta estar así contigo. - susurré.
Ulric me dio un beso en la frente y me abrazo con fuerza.
-Y a mi.

Después del Fin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora