—¿No es lindo que trabajemos en el mismo lugar? Es una lástima que también dé clases en universidad. Me encantaría que pasáramos más tiempo juntos —dice Gloria, aferrada a mi brazo, mientras intento servirme café. Ambos en la sala de maestros—. ¿Qué opinas del empleo? ¿Estás adaptándote bien?
—Los chicos me apodan «Spangler» —comento con fastidio—. Y los profesores me evitan. Se corrió el rumor de que soy un demente con problemas de ira.
—Han sido gentiles contigo, para ser la primera semana. Espera cuando tengas que discutir con un tutor, o que alguno de tus alumnos se accidente. Mi consejo es que no le tomes importancia y recuerdes que son adolescentes, y eso hacen: ser una molestia. Pasará una de dos: te acostumbrarás o lograrás domarlos. Confío en que no tendrás problemas con la segunda.
—Gracias, linda.
—Por cierto, oí el chisme de que has estado saliendo a almorzar con el director —eleva una ceja—. Pensé que sólo te parecía atractivo.
—Somos amigos y salimos a almorzar. Es todo. A veces me habla de las mujeres que le gustan, o de sus exnovias.
—¿En verdad no sientes nada por él?
—Aprecio.
—Considero tu rectitud una buena cualidad, pero a veces la detesto. Quizá por ello no se te facilita el relacionarte con la gente.
—Sólo guardo distancia para no incomodar. Es prudencia. Con Henry no es la excepción. Deja de presionarme. No sucederá nada entre nosotros, aunque yo quiera.
—Te pasaré el número de mi tío Alejandro.
—¿Tío? ¿Qué edad crees que tengo?
—Tiene cincuenta y ocho.
—Oh... no es tan mayor... ¿De verdad soy tan viejo?
—Te caerá bien. Espero. Da clases en la universidad donde trabajo. Él me enseñó todo lo que sé sobre arte.
—Suena bien, pero... ¿realmente crees que alguien como yo le interese? ¿O si quiera le parezca atractivo?
—Harry, eres atractivo. Y un excelente hombre. Diablos, me sentí atraída por ti al instante en que nos conocimos. No te menosprecies —acaricia mi mejilla, y sonrío.
—Bien, lo... intentaré con él. Espero no haber perdido el toque. Por cierto, ¿cuándo veré mi pintura?
—¿Crees que un retrato de esa magnitud se realiza en un par de días? Hablando de eso, al final del curso hacemos una pequeña exposición, al aire libre, con todas las pinturas hechas por los chicos. Si quieres ver tu imagen en distintos estilos, no te lo puedes perder por nada del mundo.
—Allí estaré.
—Tengo una clase ahora. Quizá no nos veamos más tarde. Ven a mi casa mañana, para tomar café.
—Hasta entonces.
Se despide con un beso en la mejilla. Después reviso la hora. Tengo clase también, así que bebo todo el café, y abandono la sala.
Ya en el gimnasio, la afilada mirada de Joey se cruza con la mía.
Sabía que Maggie y él estudiaban aquí. Me he cruzado con la niña un par de veces, e incluso hasta nos detenemos a charlar. En cambio, es la primera vez que su hermano se deja ver. Y no sabía que iba a ser su profesor. Tiene la misma expresión arrogante que muestra fuera de clases. Me da curiosidad saber cómo se porta aquí.
—Buenos días —saludo en voz alta, y responden mientras se agrupan—. Formen una línea. Haré el pase de asistencia.
Luego comenzamos con el calentamiento, para dar paso a los ejercicios. He estado muy al pendiente de Joey. Noté que apenas interactúa con sus compañeros, y es bastante holgazán. Le llamé la atención varias veces, y no disimula su fastidio.

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Mayor
RomanceHarold Duncan decide jubilarse del Ejército luego de treinta años de servicio. Decide aprovechar el tiempo que le resta para reconciliarse consigo mismo, y adaptarse de nueva cuenta a la vida de civil; aun teniendo un hijo que lo rechaza y una exesp...