Gloria fue mi único consuelo esa misma noche, luego de perder a Henry. Le pedí no intervenir, y respetó eso, a pesar de mostrarse rencorosa con él y Joey.
Luego de meditar por varios días, decidí que el asunto no afectaría mi rutina. Sin embargo, mi mente es un caos. No he dormido correctamente por pensar en ello. Extraño a Henry y a los niños. Me deprime su ausencia; el rechazo y la evasión que muestra en cada sesión de lectura. Saber que fue la relación más preciada que he tenido en muchísimo tiempo, y que terminó en un pestañear.
Cuando finalmente había descubierto mis propios sentimientos.
—Duncan —masculla Carlos a mi oído—, ¿todo ha estado bien últimamente?
Espero a que Abigail termine de hablar, para responder.
—¿Por qué la pregunta?
—Considerando que estas últimas sesiones te has mostrado depresivo... Y por tu repentino distanciamiento de Henry. Antes eran como una linda pareja gay, y ahora ni siquiera se dirigen la mirada. ¿Qué ocurrió? ¿Terminaron?
—No quisiera hablar de eso.
—Dios, ¿qué le hiciste?
—¿Por qué supones que le hice algo? —lo miro, ceñudo.
—Tú luces como el villano.
—Carlos, no estoy de humor para estas cosas... —desvío la mirada, y suspiro.
—Hey, lo siento —me toma del hombro—. Si no fueras tan cerrado, creería que tienes un lado sensible y no haría este tipo de chistes. Sigue en pie la oferta de venir a beber con mis amigos, por si quieres distraerte y desahogarte. Mañana a las nueve, en mi casa. Te enviaré la dirección por mensaje, si te decides.
—Gracias —sonrío—. Pero no tengo tu número.
—No sé qué esperas para registrarlo.
Al concluir la sesión, vuelvo a casa de inmediato. Permanezco sentado en el sofá, admirando el retrato que me hizo Gloria mientras medito sobre el resto de mi vida. Hace unos días vi una convocatoria que lanzó una editorial con la que estoy familiarizado, en la cual solicitan columnistas para su página web. Decidí intentarlo, así que envié como muestra un ensayo que escribí sobre la jubilación. Aún no recibo respuesta, pero honestamente no estoy emocionado.
He pensado mucho en la propuesta de Carlos. Terminé registrando su número, y de inmediato me envió la dirección de su hogar. Quizá me ayude a distraerme, tal como dijo. No me agrada la idea de convivir con otros hombres, pero prometí salir de mi zona de confort y ser más sociable. Además, habrá bebidas y juegos: perfecto para un corazón despechado.
Reviso mi celular cuando recibo notificaciones. Maggie me envió un mensaje. Sonrío. Tengo su número porque lo registró para enviarme diseños de bordados; hablar sobre jardinería, costura, cocina y cosas relacionadas con la escuela. La extraño mucho. Así como a Max, la considero mi hija.
«Señor Duncan, por qué no ha venido a casa? Lo extraño:(», es lo que dice su mensaje. Parece que Henry no les contó lo sucedido.
«Tu padre y yo decidimos que lo mejor es no seguir viéndonos.», escribo de vuelta, con mucho pesar.
«Por qué? :( Lo extraño mucho! Prometió que iríamos a comprar tela para mi vestido»
«Max también lo extraña. De hecho no ha parado de hacer berrinches e incluso no come. Se puso muy mal cuando papá le dijo que no volvería»
Frunzo el ceño. No pensé que esto les fuera a afectar tanto. Sólo hace que me sienta peor.
«Se pelearon? Fue por Joey verdad? Por su culpa no volverá», insiste.

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Mayor
Storie d'amoreHarold Duncan decide jubilarse del Ejército luego de treinta años de servicio. Decide aprovechar el tiempo que le resta para reconciliarse consigo mismo, y adaptarse de nueva cuenta a la vida de civil; aun teniendo un hijo que lo rechaza y una exesp...