Anoche tuve un sueño,
soñé que te apretaba,
mojé mi almohada...
Te invito, de AventuraAbrazo mi almohada. La beso. Y lo hago porque mi vida sexual y sentimental es nula. Sueño despierta con Katsura, pero Katsuki siempre aparece por ahí. No puedo evitarlo. Soy patética.
Me suena el móvil. ¿Quién rayos me llama a estas horas?
Miro la pantalla. No, no puede ser. No estoy preparada para esta llamada. Es Mina. Coloco el móvil en silencio, ya me contará en otro momento que tal folla Míster Cretino. Me siento mal, quizá necesite mi ayuda. Tal vez algo vaya mal.
Descuelgo rápidamente.
-¿Sí? -digo nerviosa.
-Ochako, tengo que contarte...
Conozco ese tono, es el tomo de bien follada. Diablos. Me toca escuchar lo bien que lo hace Míster Cretino.
-Cuéntame -digo mientras me planteo apartar el teléfono de mi oreja. No quiero escucharlo. No quiero tanta información. No antes de dormir.
-Eso es. ¡Cuenta! -grita Tsuyu.
No, esto no es posible. Es una conversación a tres. Y eso no tiene más que un significado. Mina nos va a contar con todo lujo de detalles su megapolvo.
-¿Se acuerdan del chico del bar? -pregunta Mina.
Me entran ganas de golpearla. Estoy a punto de decirle que no, pero eso sólo conllevaría una descripción física del sujeto y no quiero mas tortura.
Tsuyu le insiste en que continúe. Por si fuera poco, le exige detalles. ¿Qué culpa tengo yo? Nada de detalles, por favor. Cuento con una imaginación poderosa y los detalles pueden hacer que mi mente vuele a polvos imaginarios.
-Ante todo, quiero decirles que ha sido el mejor polvo de mi vida.
Pongo los ojos en blanco. No, no y no. Ese hombre es un delito, me persigue con su sexualidad por todas partes.
-Vamos, Mina, hace unos días te acostaste con un tipo al que decidimos llamar «Castorcillo», porque tú no lograbas acordarte de su nombre, y afirmaste rotundamente que ese era tu mejor polvo.
Recuerdo a Castorcillo. Se convirtió en una llamada de más de veinte minutos. Suspiro, quizá pueda fingir que no tengo cobertura, o tal vez pueda colgar y desconectar el teléfono, sin más. Ya sé que está a salvo, no sentiré remordimiento.
-Este es, sin duda, mejor que el Castorcillo, el bombero y el gogó juntos.
Mi cuerpo se calienta.
-Por cierto, ¿cómo se llamaba el hombre? -pregunta Tsuyu; sé que está intentando probar la memoria de Mina con los hombres.
-No lo recuerdo.
-Katsuki Bakugo -digo con tono cansado.
¡Mierda! ¿Por qué diablos lo he dicho? Rezo para que ellas cambien de tema. Ya sabemos que ese cretino folla bien. Y ahora podrían tener la amabilidad de dejarme dormir tranquila.
ESTÁS LEYENDO
Doble Tentación - Kacchako
Romantik¿La virginidad crece? Es la pregunta que me hago desde que mi vida sexual se ha convertido en poco activa, bueno, más bien nula. Hasta ahora me conformaba con los sueños (¡Qué sueños!), eran tan reales que me despertaba besando mi ya conocida almoha...