Capítulo 28 - Juego de palo, pelotas y agujeros

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Para mí, lo peor del golf, con diferencia,
siempre ha sido golpear la bola.
Dave Barry

Y, con el tic del vagabundo, sello mi sentencia de muerte. Asiento, sí, asiento porque lo quiero todo. Soy así de egoísta. O quizá es que soy masoquista. Quiero que me demuestre que ha cambiado, que no es el triple C, que simplemente es Katsuki. El hombre que con una mirada puede hacer que te corras. Ese Katsuki que también puede secarte las lágrimas con sus besos. Y sé que con esto sólo logro confundirme más y más.

Sin embargo, hay una cosa que sí tengo clara. No volveré a serle infiel a Katsura. Él no se merece eso. Simplemente dejaré que Katsuki tenga tiempo para demostrarme cómo es en realidad y después meditaré la situación.

Sé que lo más razonable sería decirle que me da igual cómo sea. Volver a mi encierro y esperar a que Katsura vuelva, y con él mi cordura. Pero también sé que es mejor arrepentirse de algo que has hecho que quedarte con la duda. No quiero pasarme el resto de mis días con el «Y si...». Escucharé a Katsuki y después ya lloraré.

Porque sé que lo haré.

***

No he dormido nada esta noche. Le he dado vueltas y vueltas a la situación. Mi vida, mi novio, su hermano. El timbre de la puerta suena y yo siento que mi estómago me va a salir por la boca.

Giro mi cuello en círculos mientras me dirijo hacia la puerta. No tengo por qué estar nerviosa, sólo vamos a pasar tiempo juntos. He optado por ponerme un pants color rosa con negro y una blusa rosa pálido con la leyenda "UNIVERSE" acompañada de dibujos de planetas y estrellas, algo cómodo, él debe conocer todas mis facetas. Mi intención no es seducirlo, sino lo contrario. Debo mostrarme tal y como soy. Un momento, ¿me he puesto alguna vez pants con Katsura? Creo que no.

Cuando abro la puerta me quedo sorprendida. Katsuki viste un pantalón deportivo de color negro con franjas naranjas a los lados y una camiseta negra de tirantes, dejando a la vista sus fuertes brazos. En la mano lleva una bolsa de McDonald's.

Entra, me da un beso casto en la mejilla y llena mis fosas nasales con su embriagador perfume, un singular olor a caramelo quemado.

Va directo al sofá, palmea su mano para que lo siga. Me siento y miro expectante a ver qué tiene para ver en esta ocasión.

Cuando enciende la televisión y pone Netflix busca una serie en particular y no lo puedo creer.

—¿Es la nueva serie Nevertheless? —pregunto entusiasmada. Él asiente y siento que la desilusión me acaricia—. Tu hermano no me deja ver series.

Blasty (me encanta llamarlo así en mi subconsciente) se levanta y apaga algunas luces para crear una atmosfera de cine. Vuelve a mi lado y me mira con naturalidad.

—Primero, yo no soy mi hermano —dice, y me parece notar rastro de dolor e impotencia en su voz—. Segundo, ¿qué tiene de malo ver series?

Se acomoda en el sofá y yo quiero colocar mi cabeza en su pecho, pero me contengo. Llevo varios meses desde su estreno queriendo ver esa serie, sólo he visto el tráiler y he escuchado hablar de ella.

Tomo un hilo que cuelga de mi vieja camiseta. Estoy dejando a Katsura como el malo y no es así. Hay un motivo y yo debo ser sincera con Katsuki.

—¿Sabes qué pasa? Que después comparo toda mi vida con las series, me emociono, creo que todos tenemos algo de la ficción.

—Es que la vida está llena de situaciones que después plasman en las series. No creo que ver series sea malo, para nada.

Dejo mi gesto inexpresivo. Alzo la ceja cuando él deja de hablar (sí, estoy copiando su expresión). Está jugando sucio y no me gusta que manipulen mis puntos débiles. Chasqueo mi lengua antes de hablar y presiono su pecho con mi dedo índice.

Doble Tentación  -  KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora