v e i n t i s i e t e

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A Emilio le fue imposible no sonreír al ver al castaño vistiendo solo una playera que le quedaba sumamente grande, mientras cocinaba los hotcakes. Se le hizo tan tierno, que la molestia que tenía al ver que se levantó, cuando debía estar acostado y en absoluto reposo se fue por completo.

Habían pasado un poco más de una semana desde que regresaron del hospital, las cosas iban mejorando, el ambiente ya no se sentía tenso y se habían acostumbrado a vivir juntos pero a la vez separados.

Joaquín había tenido dos sesiones más con su psicóloga por videollamada, aún no había sido necesario que el alfa estuviera presente, pues con las nuevas noticias decidieron que era mejor hablar un poco de eso antes de regresar con el tema de la voz.

— Se supone que debes estar en reposo —dijo el rizado asustando un poco al contrario.

— Si, pero no absoluto, puedo hacer las cosas necesarias, más no estar todo el tiempo acostado sin poder levantarme para nada sin tu ayuda —musitó el omega, en verdad intento aguantar el que Emilio le hiciera prácticamente todo, pero no pudo más y por eso le marcó a la doctora que lleva su control.

El rizado solo se encogió de hombros, restándole importancia, en verdad le gustaba cuidar de Joaquín y por supuesto de su cachorro. Camino para servir los hotcakes en los platos sacando las mermeladas, mieles y demás, sentándose frente al contrario una vez que terminó.

Casi de inmediato el omega comenzó a ponerles demasiadas fresas y chocolate a sus hotcakes, sin importarle la mirada curiosa de Emilio.

— Me recuerda a cuando fuimos a las islas maldivas —comentó el alfa, haciendo que el castaño se sonroje por completo, pues en ese aniversario decidieron probar algo nuevo.

— No hagas que me sonroje —pidió Joaquín abultado un poco sus labios, en verdad el recordar esa noche era algo que lo apenaba un poco— Mejor dime por qué estás tan pensativo últimamente, cada que puedes te pierdes en tus pensamientos —preguntó pues la actitud le parecía bastante extraña.

— Nada de lo que debas preocuparte pequeño —susurró el rizado, mintiendo pues en realidad había una idea que lo atormentaba desde hace algunos días y parecía no dejarlo en paz.

El omega sabía que Emilio le estaba mintiendo, pero lo dejó pasar, solo porque después de tanto tiempo le había dicho "pequeño", haciéndolo recordar a su padre un momento.

— Mañana tendré cita con la psicóloga presencial, quería ver si me acompañas para ver si puedo recordar algo de mi trauma, no lo he intentado en muchos días —susurró Joaquín tras unos momentos de silencio— Iré en auto para que no empieces, debo cuidarme pero no tanto.

El alfa soltó un bufido resignándose, sabía que no habría forma de hacerlo cambiar de opinión. Por lo que continuó desayunando, después de asentir.

— ¿Por qué cambiaste de opinión de tener hijos? Si tomaste los anticonceptivos fue por esa razón ¿no? —preguntó Emilio sin poder evitarlo esa y más dudas lo atormentaban desde que pensó un poco más en la situación ya con la cabeza fría.

— ¿A qué se debe esta pregunta? —intrigó el castaño mirando con la ceja alzada al contrario.

— Solo quiero saber ¿por qué cambiaste de opinión? Y si en verdad deseas tenerlo o solo lo haces por mí. No entiendo como en unos días pasaste de tomar anticonceptivos a ahora —dijo el alfa mirando fijamente al menor.

— Te dije que cambie, mi miedo jamás fue ser padre al contrario de alguna manera lo quería. Lo que me aterraba era el hecho de que las cosas cambiaran contigo, que me trataras mal, que solo me vieras como una incubadora de cachorros y demás. Quizá en algún momento dude el poder ser un buen padre, pero todas estas dudas desaparecieron al ver el video de mi padre —respondió algo molesto Joaquín, levantándose de su silla— No puedo creer que pienses que lo quiero tener solo para que estés cerca de mí. Si quiero que estés junto a mí, pero solo si lo quieres y no estar amarrado por la responsabilidad de un hijo, tú mismo lo dijiste eso jamás funciona... Iré a darme un baño —se fue directo a la habitación lo más rápido posible para que no viera las lágrimas que comenzaban a caer por sus mejillas.

Dispuesto - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora