c a t o r c e

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Joaquín miró desde la cama, hacia la ventana admirando como aún seguía oscuro, soltó un suspiro, se había despertado desde hace algunas horas, y desde entonces no había podido dormir de nuevo, había considerado el levantarse, pero aún era demasiado temprano. Tomó su teléfono por milésima vez, notando que solo habían pasado un par de minutos desde que lo vio la última vez, parecía que el tiempo pasaba más lento que nunca.

Dejó su celular en donde estaba, concentrándose en la respiración tranquila que chocaba contra su cuello. El rizado lo tenía abrazado fuertemente de la cintura, con el rostro en su cuello.

El omega se quedó unos momentos solo disfrutando den calor que proporcionaba el cuerpo de Emilio. Al menos hasta que se rindió y se levantó de la cama, haciendo el menor ruido posible y sin moverlo demasiado.

Joaquín tomó una cobija la envolvió al rededor de su cuerpo, antes de bajar a la sala sentándose en uno de los sofás, prendió su laptop para distraerse un poco, aunque como era costumbre lo primero que vio fue la carpeta donde estaban los videos de su padre. Hacía tiempo que no veía alguno y honestamente extrañaba escuchar su voz, por lo que abrió la carpeta, comenzando a buscar alguno.

Cuando termino de leer todos los títulos, había varios que le quedan, pero prefirió ver "ábrelo cuando tengas una relación" se había olvidado por completo de verlo cuando se volvió novio de Emilio, pero ahora era el momento.

— Pequeño, me alegro de que veas este video, a pesar de que no sé en que momento, la idea de que te diste una oportunidad en el amor me emociona demasiado — dijo Aldo sonriendo ampliamente a la cámara.

El castaño sintió sus mejillas enrojecer, tocó la pantalla mirando fijamente el rostro de su padre, el cual se veía bastante bien, lo que le decía que fue uno de los videos que grabó.

— Sé que el tener una relación es algo complicado, pero siempre debes poner de su parte las dos personas, jamás funcionará si uno da todo y el otro no —comentó Aldo— Te daré algunos consejos que sé que a mí y a tu padre nos ayudaron. Siempre deben hablar las cosas, si es demasiado el enojo, lo pueden hablar después, jamás dudes en pedir una disculpa cuando lo amerite. También hay que entender que no siempre estaremos del mejor humor. Lo importante de la relación es escuchar, comprender, amar y mucho más.

Joaquín asintió, lo tiendo su labio para intentar impedir que las lágrimas salieran por sus mejillas, por volver a ver y escuchar a su padre aunque sea detrás de una pantalla.

— También es importante el no ocultar cosas, por más insignificante que parezca, puede causar mucho daño o incluso romper una relación. Te deseo toda la suerte en tú relación, cuídala y procúrala, si en verdad vale la pena, me hubiera gustado estar ahí, de todas maneras asegúrate de amenazarlo por mí —bromeó un poco con lo último Aldo.

El omega rio un poco por lo último, ya que se imaginó a su padre amenazando al alfa, anhelaba el que siguiera con él.

— Cuídate demasiado pequeño, tu papá y yo te amamos infinitamente, jamás lo olvides —musitó Aldo mandando besos a la cámara antes de que el video terminará.

Joaquín se soltó a sollozar, ya que antes solo las lágrimas caían por sus mejillas. Lo que le sorprendió fue cuando le quitaron la computadora de sus piernas, para abrazarlo fuertemente, sintiendo el aroma a eucalipto con madera y un toque a chocolate amargo rodeándolo por completo.

Unos minutos después el castaño se tranquilizó demasiado, por lo que dejó de sollozar.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó el omega, aún contra el pecho del rizado.

— No te sentí en la cama y mi lobo me dijo que me necesitabas así que vine a buscarte y vi que estabas viendo un video de tu padre, por lo que no interrumpí hasta que termino —respondió Emilio.

Dispuesto - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora