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Joaquín soltó un suspiro aliviado al recostarse en sillón de su casa. Está totalmente agotado, el día de hoy la escuela estuvo más complicado de lo normal, como ya era costumbre le había costado demasiado concentrarse. Pero sabía que la principal razón fue que casi toda la noche anterior se la pasó llorando, luego de leer la carta de su padre y darse cuenta de los cientos de videos que se tomó la molestia de dejarle.

Respecto a la situación con Emilio, no ha cambiado para nada, el castaño continúa pensando que el no hizo nada malo. Aunque en caso de que en verdad si el no hubiera hecho algo malo, no debería sentirse culpable y de alguna manera extrañarlo.

Joaquín se levantó del sofá, fue a donde estaba su escritorio, pensaba primero terminar su tarea, para después continuar llorando el resto del día. El problema fue cuando al prender se abrió la carpeta donde estaban los videos que su padre le dejó, de inmediato las lágrimas se acumularon en sus ojos, pero no por mucho, ya que en cuanto vio la miniatura del video titulado "después de morir" comenzó a llorar fuertemente.

Tras debatirse por unos momentos el castaño decidió que era momento de ver el video, quizá podría decirle algo importante. Algo nervioso y aún llorando un poco, comenzó a reproducir.

Aldo se ve en la pantalla, con unas grandes ojeras debajo de sus ojos, un poco pálido, pero con una gran sonrisa en su rostro; esta acostado en la cama.

— Mi pequeño, se que para este momento debiste leer mi carta y cada una de las cosas que escribí son importantes —suspiró— Se que no puedo comparar el dolor que yo sentí con la muerte de tu papá, que el que tú sentirás con mi partida; son cosas totalmente diferentes. Pero aún así quiero decirte que la manera en la que vives tu duelo será elección tuya, podrás reservarte, enojarte con el mundo, desconfiar de todos y tantas cosas más. En mi caso pude elegir deprimirme hasta morir en un par de meses, pero no lo hice, decidí luchar por ti, por mi pequeño; a lo mejor te parecerá ridículo, pero el tener una motivación ayuda a salir del dolor más profundo quizá tu debas buscar la tuya para continuar con tu vida y si no la encuentras tu puedes ser tu propia motivación —murmuró, Aldo hizo una pausa para tomar un poco de aire pues se había agotado.

Joaquín soltó un sollozo más fuerte, al ver a su padre.

— Te lo diré de nuevo, jamás te cierres a la idea de enamorarte, no te mentiré el amor puede destrozarte, pero también es un sentimiento tan increíble, que todos merecemos vivir incluido tu mi niño. Ya se que insisto tanto en ese tema, pero considero que es importante. También quiero que sepas que odiaría el que te alejaras de las personas que tanto te aprecian y quieren. —hace una pequeña pausa, para ver la hora— Debo acabar el video antes de que llegues con mi pastel y aun tengo varias cosas que hacer.

Una sonrisa se deslizó por los labios del castaño, recuerda a la perfección como su padre le suplico que fuera por el pastel que se le antojo. A pesar que al principio se negó pues él perfectamente podía pedirlo por Internet, terminó cediendo y conduciendo casi una hora para llegar a la pastelería, ahora entendía a la perfección la necesidad de que él fuera.

— Se que me quedan solo unas horas, me siento cada vez más débil y quiero que sepas que yo estoy perfectamente listo para irme; no te mentiré llevo esperando el reencontrarme con tu papá desde que se fue. Pero a pesar de todas las ganas que tenía, sabía que no era el momento tenía un bebé que cuidar y criar. —soltó un suspiro— Antes de irme quiero recordarte, que te amo y siempre lo haré, tu fuiste ese pequeño rayo de luz en mi vida; mi niño cuídate demasiado, jamás olvides cuanto te amo y tampoco el cuanto te ama tu padre.

— También los amo papás —susurró Joaquín acariciando la pantalla de su computadora.

— Debo irme, de nuevo te amo tanto mi pequeño —murmuró mando varios beso a la cámara— Puedes apagar la cámara, debemos hablar tu y yo —dijo Aldo dirigiéndose a alguien detrás de la cámara.

Dispuesto - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora