t r e i t r a y o c h o

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Joaquín sonreía ampliamente, sintiendo la arena en su cuerpo, mirando de reojo como es que su esposo fruncia su ceño, mostrando su molestia.

— Adriana es igual mirala —comentó la esposa de la mencionada, quien mantenía la mirada molesta.

El castaño asintió, dando una mirada hacia atrás donde veía la casa de la playa, después de trabajar por un tiempo decidieron tomarse unas vacaciones ambas familias.

— No se supone que deban crecer tan rápido —comentó Emilio aún cruzando sus brazos.

El omega asintió recargando su cabeza en el pecho de su pareja, no podía creer que sus hijos ya tenían cinco años, aún recuerda la primera primera palabra, su primer paso, cuando entraron al kinder y ambos lloraron y demás.

Además de todo lo que pasó resulta que cada uno de sus hijos es una combinación de ambos, Danna Aitana era la imagen de Joaquín, pero con el carácter de su otro padre, sospechaban que era una alfa pero no había nada confirmado. Mientras que Aldo Lucas era la imagen del alfa con el gran carácter del castaño, lo cual les causaba un poco de problemas.

Danna Aitana se levantó un poco para dejar un beso en la mejilla de la hija de Adriana. Aldo hizo casi lo mismo con Yojan el pequeño de Adriana, solo que fue al revés, pues él fue quien recibió el beso en la mejilla.

Resulta que ambos al parecer eran sus parejas destinadas, Danna al parecer era una alfa por lo que la hija de Adriana tenían la sospecha de ser la omega. Aldo Lucas aparentemente sería un omega con un carácter indomable tal como su padre, por supuesto que Yojan será un alfa.

Esa es la razón por la que los alfas están celosos, el pensar que desde pequeños sus hijos encontraron a su pareja no es tan agradable, más para el padre o la madre celosa, pues ante todo son sus pequeños.

Relamente los más emocionados por la sorpresa de que fueran destinados, fue la esposa de Adriana y Joaquín, claramente se mantenía en una relación más que inocente, solo se abrazaban, a tomaban de la mano  y algunos besos en las mejillas, pues claramente aún no se presentaban como alfa o omega ya que eso ocurría hasta la adolescencia, donde comenzaban los celos y demás.

— ¡Papá! —gritó la pequeña Danna Aitana, corriendo a los brazos del alfa quien cambió por completo su semblante de molesto por uno feliz.

— ¿Qué pasó mi niña? —preguntó Emilio más que emocionado.

— Quiero un helado —susurró la pequeña haciendo un pequeño puchero mientras recargas su cabeza en el hombro de su padre.

— Danna te dije que, te lo compraría después de comer, no puede venir a convencer a tu papá a mis espaldas —intervino el omega, pues sabía que su esposo sederia, por lo que también lo miró mal.

— Lo lamento pequeña, tú papi ya dijo, te lo compraremos hasta después de que comamos —dijo el rizado.

— No se vale, es mi cumpleaños —dijo Danna saliendo corriendo a  donde estaba su hermano.

El corazón de Emilio se estrujo un poco al ver a su pequeña tan molesta sin embargo debía mantenerse firme.

Como era de esperarse la debilidad del rizado eran sus dos hijos sin embargo un poco más con Danna, mientras que Joaquín era un poco más con Aldo, sin embargo ambos a veces debían ser firmes en sus decisiones por más que les doliera.

— Eres un gran padre —comentó Joaquín acercándose a su esposo para abrazarlo, sentándose en el regazo de esté, viendo de reojo como es que Adriana y su esposa iban con los pequeños.

— Tú también lo eres mi pequeño —murmuró el alfa con una sonrisa, tomándolo de la cintura para besarlo suavemente— Eres más que hermoso, te amo demasiado.

Dispuesto - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora